Anécdota reina Victoria. La glotonería de una reina. Los anfitriones deben ser considerados con sus invitados
La reina Victoria tenía fama de comer mucho y muy rápido para disgusto de sus invitados que...
Si te invitaba la reina Victoria había que comer muy rápido
El Protocolo Real de la comida: un martirio para los invitados de la reina Victoria
Cuentan que la reina Victoria del Reino Unido era una gran amante de la buena mesa. Incluso, los más mordaces dirían que era muy glotona. Le gustaba comer mucho y muy rápido. Vamos, que la buena mesa era su perdición. Algunos no dudan en decir que era la campeona mundial de la glotonería. Se comía todo lo que le pusieran delante, y sin perder un segundo.
El protocolo real era un martirio para los invitados. ¿Por qué? Porque cuando la reina Victoria terminaba su plato, todos los demás platos debían retirados al mismo tiempo. Da lo mismo si se había terminado o no de comer, el plato era retirado aunque estuviera comiendo el invitado.
Pero, a menudo hay una primera vez. En una ocasión, un conocido lord -dicen que fue lord Hartington-, reclamó la atención del camarero para indicarle que le devolviera su plato, que no había terminado de comer. La reina fijándose en ese detalle, empezó a tener en cuenta un poco más a sus invitados e hizo algunos ajustes en el servicio de la mesa.
Resumiendo, los anfitriones deben adaptar el ritmo de la comida al de sus invitados para no dejar atrás a nadie, pero tampoco para prolongar la comida más de lo necesario. Hay que tener la pericia y la experiencia para lograr un buen equilibrio sin incomodar a nadie.