El encantador protocolo se rompió con papel y boli.
Los acuerdos se formalizarán en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, mientras que el acto de la Cámara Alta quedó más para fotos y muchas anécdotas.
Aunque muchos lo habían advertido ya, nadie quiso perderse el acontecimiento. La segunda Conferencia de Presidentes Autonómicos, celebrada en el Senado, tuvo mucha gala y poco contenido. Los acuerdos se formalizarán en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, mientras que el acto de la Cámara Alta quedó más para fotos y muchas anécdotas.
La jornada empezó muy pronto, a las 9.15 horas. Para dar ejemplo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acudió el primero al recinto del Senado, donde aguardó pacientemente la llegada de los distintos presidentes regionales, que fueron cayendo a cuenta gotas durante media hora.
Los últimos fueron los presidentes de ambas Generalitats, Francisco Camps por la valenciana y Pascual Maragall, de Cataluña. Puede ser la única vez que ambos dirigentes se hayan puesto de acuerdo en algo.
Los primeros instantes resultaron muy protocolarios. Los presidentes llegaban en solitario al Senado, a través de una larga alfombra roja, para saludar a Zapatero y al presidente de la Cámara Alta, Javier Rojo, mientras los asesores entraban a distancia.
Camps rompió el encanto. El jefe del Consell estuvo acompañado por su jefa de gabinete y el conseller de Economía y Hacienda, Gerardo Camps, también vicepresidente del Consejo de Política Fiscal y portavoz del PP en las negociaciones con la Administración central.
El otro Camps fue reclamado por muchos de los 700 periodistas acreditados al acto, convirtiéndose en la estrella alternativa de la jornada. Sin embargo, protocolariamente, se excusaba: «Donde hay patrón, no manda marinero».
A partir de ahí, acabó toda la cortesía. Camps, Francisco, y el resto de presidentes, vieron que no todo iba a ser oropel y organización. Con sorpresa, comprobaron que encima de la mesa de reuniones, había un cuaderno, con bolígrafo incluido. Pronto supieron para qué.
Los 17 presidente autonómicos tuvieron que tomar nota de la propuesta de financiación sanitaria de su puño y letra, ya que el Ejecutivo no entregó ningún documento.
Y lo que mal empieza, mal acaba. A medida que transcurría la reunión se fue complicando el posible acuerdo, sobre todo tras la filtración del contenido de la nueva propuesta del Gobierno. Así se fue deteriorándose la relación, lo que provocó una reacción de los presidentes del PP, que decidieron realizar una manifestación común antes de las 17 ruedas de prensa simultáneas.
En esta comparecencia, las caras de circunstancias de los dirigentes autonómicos eran muy explicativas. Una jornada maratoniana que quedó tan seca como los pantanos, que deberán esperar hasta la Tercera Conferencia de Presidentes.
El acto terminó más allá de las tres y media de la tarde, y todavía había que desplazarse hasta el Palacio Real, donde Sus Majestades ofrecieron un almuerzo a los presidentes autonómicos. Tras dos horas de espera, llegó la comitiva autonómica.
Mientras los presidentes saludaban a la Familia Real, los gabinetes valenciano y murciano se desesperaban para encontrar un vuelo en dirección a Alicante, donde Camps y Valcárcel habían comprometido su presencia en la manifestación a favor del Júcar-Vinalopó. Nada pareció salir bien ayer. Francisco Camps y Ramón Luis Valcárcel llegaron con retraso de Madrid donde, encima, no obtuvieron financiación suficiente para el sistema sanitario.