Protocolo, preguntas y regalos en la visita de la reina de Holanda.

La audiencia privada, que se desarrolló en el despacho presidencial, se extendió durante 50 minutos y sirvió para el intercambio de regalos y condecoraciones.

 

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La reina Beatriz y los príncipes Guillermo de Orange y Máxima Zorreguieta protagonizan una visita a la Argentina.

El presidente Néstor Kirchner recibió ayer en la Casa Rosada a la reina Beatriz de Holanda y a los príncipes Guillermo de Orange y Máxima Zorreguieta, en el marco de la visita de Estado que la familia real realiza a la Argentina.

Fue una recepción estrictamente protocolar, aunque no faltaron los gestos de calidez del presidente y su esposa Cristina Fernández con la reina Beatriz y la princesa argentina Máxima, quien acaparó la máxima atención de la prensa.

La audiencia privada, que se desarrolló en el despacho presidencial, se extendió durante 50 minutos y sirvió para el intercambio de regalos y condecoraciones, pero no hubo ninguna firma de acuerdos ni convenios bilaterales a su término.

Fuentes gubernamentales dijeron que las relaciones entre ambas naciones mejoraron gracias a la llegada de Máxima a la familia real holandesa, pero destacaron que se trata de una visita de Estado de carácter estrictamente protocolar.

La Casa Rosada trató de cuidar al máximo las estrictas reglas de protocolo que rodean al ceremonial real holandés, donde no puede haber reverencia ni inclinaciones de respeto, y los saludos se limitaron a estrecharse la mano.

Elegancia.

De cualquier forma, no faltaron sonrisas para distender lo ceremonioso del momento por parte de la princesa Máxima, que lucía un elegante vestido rosa Dior con un gran sombrero al tono.

La reina -quien estaba en el país desde el viernes en visita privada- lucía un conjunto de pollera marrón con estampado rosado, con un particular sombrero del mismo color. Las otras mujeres de la delegación también cumplieron estrictamente con el protocolo de la realeza holandesa de usar sombrero. El príncipe, en tanto, llevaba un elegante traje oscuro con una corbata celeste pastel.

Kirchner y la primera dama le regalaron a la reina Beatriz un tulipán tallado en oro y plata y al príncipe Guillermo un mate con bombilla de plata, ambos realizados por el orfebre Juan Carlos Pallarols.

A Máxima le obsequiaron una obra tallada en rodocrosita y ónix. Por su parte, la reina regaló al matrimonio presidencial dos cuadros antiguos de América del Sur.

Sonrisas nerviosas.

En su primer día en el país, la reina visitó el Congreso Nacional, en un encuentro público durante el cual intercambió preguntas con los legisladores, que giraron en torno de la situación interna en la Argentina y en los Países Bajos.

El encuentro, que se extendió durante media hora, tuvo un carácter fundamentalmente protocolar pero también sirvió para que la reina expresara con ironía algunas inquietudes sobre el sistema político argentino.

En una larga mesa se sentaron, de un lado, los representantes de la realeza holandesa, que concurrieron acompañados por funcionarios y empresarios de ese país. Del otro estuvieron el vicepresidente Daniel Scioli, el titular de la Cámara de Diputados, Alberto Balestrini; el presidente provisional del Senado, José Pampuro, las demás autoridades el Congreso y jefes de bloque.

Detrás de ellos, pero alejados de la mesa de diálogo, estuvieron diputados y senadores de las distintas bancadas, entre los que se encontraban los ex presidentes Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá.

La reunión -que fue calificada como "privada" a pesar de contar con la presencia de las cámaras de televisión- tuvo como marco un remozado Salón Azul y el acompañamiento al inicio y al final de una orquesta de cuerdas.

El vicepresidente elogió la tarea que, en el marco de la ONU, desarrolla la princesa en materia de promoción de microcréditos, así como la labor del príncipe Guillermo como miembro del Comité Olímpico Internacional.

Scioli aprovechó ese tema para un comentario deportivo irónico, al señalar que la relación argentino-holandesa "sufrirá dos horas de tensión" cuando los seleccionados de fútbol de ambos países se enfrenten en el próximo campeonato mundial.

Los comentarios más incisivos, para sorpresa de muchos, partieron de la propia reina Beatriz, quien después anunciar que haría "una pregunta tonta" expresó: "¿Por qué acá tienen elecciones cada dos años? No les dan descanso...".

Después de una respuesta formal de parte de Scioli, la representante de la corona holandesa insistió curiosa: "¿Y están contentos con este sistema?" Como respuesta obtuvo sonrisas nerviosas de parte de los argentinos.

Entre velas, rosas y cordero patagónico.

El color naranja, que caracteriza a la Casa de Orange -origen de la monarquía en los Países Bajos- estuvo presente en las rosas y en las velas, que se colocaron en las mesas servidas anoche, en la cena de honor para agasajar a la comitiva real.

El cordero patagónico fue el plato principal de la comida, así como la ensalada criolla y los panqueques con dulce de leche de los comensales que estuvieron en el Palacio San Martín.

El presidente Néstor Kirchner destacó en su discurso la "excelente relación bilateral con Holanda", alentó "la participación comprometida de empresarios para que inviertan en la Argentina" y pidió "comprensión en el desmantelamiento de los subsidios" agrícolas en las negociaciones con la Unión Europea.

Kirchner ratificó la importancia de "constatar que hay un abanico de coincidencias respecto de la lucha por la libertad, la democracia y los derechos humanos", así como también la actuación de ambas naciones en los diversos foros y organismos internaciones por el multilateralismo y el combate de la pobreza".

El presidente agradeció a los empresarios -especialmente del sector agroindustrial- que acompañaron a la delegación holandesa, por lo que dijo que observa el futuro de la relación bilateral "con expectativas alentadoras, por la participación comprometida de empresarios que inviertan y obtengan ganancias en nuestro país".