Un ejemplo de protocolo.
La visita del viceprimer ministro chino, Li Keqiang, deja un buen sabor de boca en lo económico y en lo protocolario.
El ministro de Industria, Miguel Sebastian y un nutrido grupo de empresarios españoles se reunieron para desayunar con el viceprimer ministro chino. Como marca el protocolo chino, llegó con puntualidad británica a su cita. Todo el encuentro transcurrió con el esquema marcado por el protocolo.
Cuando todos los participantes en la reunión estaban sentados, tal y como marca el protocolo chino, entraron los ocupantes de la mesa presidencial.
Además de los discursos y las conversaciones hubo intercambio de regalos entre ambas partes, así como detalles muy apreciados por los visitantes chinos, como las palabras, en chino, que iniciaron alguno de los discursos.
Todas las intervenciones y preguntas se ajustaron un estricto protocolo que marcó todo el acto, desde los saludos hasta las intervenciones.
La delegación china, pocos minutos después de las diez, partió hacia la Moncloa para no hacer esperar al presidente del Gobierno. Una vez más la puntualidad se dejó ver al llegar unos minutos antes a su cita en la Moncloa.
Los representantes del gobierno Chino, dejaron claro que su país no solo hace "sombra" a muchos países a nivel mundial en el plano económico sino que en el plano protocolario también están muy preparados para relacionarse con el mundo exterior.