Entrevista a Pedro Nolla Bernadó
Pedro Nolla ha sido jefe de Protocolo y Relaciones Públicas del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), desde 1983 hasta el año 2006
Entrevista a Pedro Nolla Bernadó, jefe de Protocolo y Relaciones Públicas del Área Metropolitana de Barcelona
Sr. Nolla, ¿qué significa para usted la palabra protocolo?
Protocolo ha significado siempre para mí "normas oficiales (decretos y costumbres inveteradas) para la organización de actos oficiales" (actos organizados por la Administración Pública Central, Autonómica o Local). Siendo exacta la definición de la R.A.E. sobre Protocolo: "Regla de ceremonial, palatina o diplomática, establecida por decreto o por costumbre". El Protocolo tiene, por tanto, connotaciones oficiales y son normas que no afectan ni obligan a la organización en el ámbito personal o la empresa privada. Por otro lado es interesante ver cómo las relaciones públicas se han incorporado al ámbito oficial durante la Democracia, que aún siendo una disciplina de las más antiguas - fue institucionalizada por primera vez a finales del siglo XIX, en los Ferrocarriles Norteamericanos, y hoy mundialmente reconocida, sus profesionales han tenido que luchar siempre contra la mala prensa que tachaba la profesión de superficial e innecesaria. Hoy ya se habla sin empacho de Protocolo Empresarial, con sus normativas interna y externa, de Protocolo Social para referirse a la educación, las relaciones sociales y las "buenas maneras", e incluso de Protocolo Político, adaptándolo a las necesidades de los cargos elegidos democráticamente, para la propia organización interna de cada partido y sus relaciones con las demás organizaciones e instituciones.
¿Cómo y cuándo comienza a estar relacionado con el mundo del Protocolo y las Relaciones Institucionales?
Había trabajado cinco años en Francia y llevaba dos en Madrid, cuando tuve que volver a Barcelona por causas familiares. En el año 1983, trabajando en una tienda de deportes, me enteré de la convocatoria de una plaza de Protocolo en la sección de "Avisos oficiales" del periódico La Vanguardia. Me presenté y gané la oposición. Una vez formada la Oficina de Protocolo, empecé a trabajar con los ayuntamientos del Área Metropolitana organizando todo tipo de actos: inauguraciones, congresos nacionales e internacionales, acompañamiento del Presidente en sus desplazamientos, etc.
¿Qué diferencia cree que existe entre relaciones públicas y relaciones institucionales?
Podríamos definir las relaciones públicas como "La gestión integral de las interrelaciones orientada a lograr la identificación de los públicos con la organización", en sus dos vertientes: la interna, buscando la cohesión y motivación de los miembros de la empresa y la externa, utilizando la persuasión. Este concepto ha estado más ligado a la empresa privada que a la pública. Por eso ahora aparecen las relaciones institucionales, una definición más cercana al Protocolo y las instituciones oficiales, que aún utilizando todos los conocimientos y recursos de las Relaciones Públicas (disciplina que emplea métodos y teorías de la publicidad, marketing, diseño, comunicación, política, psicología, sociología, periodismo, entre otras ramas y profesiones), se preocupa por los grupos de presión o lobby, grupo de personas influyentes organizado para presionar a favor de determinados intereses.
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¿Cómo fueron evolucionando sus funciones como responsable de protocolo en la AMB, desde 1983 a 2006?
La primera, principal y casi única actividad fue desde el principio, la organización de todo tipo de eventos, como indico más arriba, además del acompañamiento del Presidente del Área metropolitana (que es siempre el Alcalde de Barcelona), en sus actos, audiencias o conferencias en España (Zarzuela, Madrid, Juegos Olímpicos, Sevilla) y el extranjero (Toulouse, Lausanne, Londres, Nueva York, etc.). Sin embargo, más o menos a partir del 2000, pasé a ser Asesor de Protocolo y me dediqué a dar cursos de formación en la propia sede o en los ayuntamientos y también en las universidades, diputaciones, la Escuela de Administración Pública de la Generalitat, etc. Hasta 2006, que tuve que prejubilarme por motivos serios de salud.
Para usted, ¿cómo debería ser un buen jefe de protocolo y relaciones institucionales?
Según Arturo Riaño, exjefe de protocolo del parlamento canario, el protocolo es información, educación y sentido común. Es decir, conocimiento de los decretos y las costumbres y la educación en el trato, especialmente en el uso de la palabra.
En cuanto al sentido común, el problema estriba en que no es un sentido como los otros cinco. Con él no se nace, y la única forma de aprender es con la práctica, porque tenemos derecho a actuar y a equivocarnos. Creo que un buen profesional debe ser discreto y huir del protagonismo innecesario. Estar como si no estuviera, como el buen camarero que nos atiende y no aparece sino cuando lo necesitamos. Y debe tener decisión para actuar, atreverse a intervenir cuando es preciso, en especial, para solucionar los inevitables imprevistos.
¿Qué consejo daría a la gente que está estudiando Protocolo y Relaciones Institucionales o la que ahora está empezando en esta profesión?
Por nuestro carácter extrovertido, inquieto, ávido de conocimientos, se trata de aprender a disfrutar en el trabajo... Son muchas horas de pie y de tensión. Y como antídoto, tener sentido del humor y reírse... "por dentro", como me decía el maestro en protocolo, José A. de Urbina . Que sean conscientes de que sirven a una institución y que nosotros somos una parte visible e importante de su imagen. Durante los actos, procurar la atención no sólo a las primeras autoridades sino al resto de ellas y al público si cabe, para que todo el mundo se sienta satisfecho. Ser la prolongación de la mano del anfitrión que saluda y agasaja a los que él no puede llegar. Y tener muy presente que el conocimiento de los idiomas es hoy imprescindible, siendo el inglés el nuevo esperanto y lengua "comodín". Pensemos que en la ONU sólo hay 6 lenguas oficiales: inglés, francés, chino, árabe, ruso y español. Conocer otras dos facilitaría enormemente la comunicación.
¿Nos puede explicar alguna anécdota sobre Protocolo de algún acto llevado a cabo en la AMB?
Sí, aunque muchas las guardaré por respeto a las personas implicadas. Veamos algunas: colocar una primera piedra, sin primera piedra, porque llegó tarde la empresa constructora, teniendo que enterrar el cilindro directamente en el agujero, y recuperarlo después para que no se lo llevaran.
Otra anécdota fue el inaugurar un viaducto, que ya estaba abierto al tráfico hacía una semana, a las 9 de la mañana de un domingo en medio de la niebla y el frío, sosteniendo la cinta inaugural el Jefe de Prensa y el de Protocolo para que la cortara el Presidente y el Alcalde. Sin público, con la única presencia de la Guardia Urbana y la Guardia Civil para parar a los coches el tiempo necesario, y el fotógrafo -¡sobre todo!- para que la inauguración pudiera aparecer en la prensa al día siguiente.
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Pero cuando sufrí de verdad fue en la comida de conmemoración de los 10 años del Área Metropolitana: en los postres, mientras el dueño del restaurante y yo acercábamos el carrito con el pastel de varios pisos rematado con 10 velitas, me dijo en voz baja: "No tenía velas normales y he puesto de las que no se apagan y se vuelven a encender a los pocos segundos". "¿Cómo?", le dije y como dice el tópico: "Un sudor frío recorrió mi espalda... ". Empezaron a soplar y soplar, y las velas a encenderse y encenderse, hasta que Pasqual Maragall las apagó todas aplastando los pabilos con la yema de los dedos. Nadie dijo nada, ni mi jefe.
Y ya para finalizar, ¿qué opina de los últimos incidentes protocolarios que ha habido entre el presidente del gobierno central, Mariano Rajoy, y el president de la Generalitat, Artur Mas?
Según la información que tengo, el acto estaba organizado por Foment del Treball Nacional (la patronal catalana), para la entrega de premios. Era el organizador y por tanto el anfitrión y debía presidir. Sin embargo decidió invitar a Artur Mas y a Mariano Rajoy . Dado que el Presidente del Gobierno estaba fuera de España, Soraya Sáenz de Santamaría asumía la Presidencia en funciones.
En el Artículo 9º del Real Decreto 2099/1983 , todavía vigente y por tanto de obligado cumplimiento para la Administración Pública (Central, Autonómica o Local), se dice: "La persona que represente en su cargo a una autoridad superior a la de su propio rango no gozará de la precedencia reconocida a la autoridad que representa y ocupará el lugar que le corresponda por su propio rango, salvo que ostente expresamente la representación de Su Majestad el Rey o del Presidente del Gobierno".
Sólo estas dos figuras gozan de esta facultad, norma que se ajusta a la práctica del Protocolo Internacional y sólo usa la Administración Pública.
El Artículo 9º añade además: "...salvo que ostente expresamente la representación": antes se especificaba por carta, después por fax, ahora supongo que por e-mail e incluso, si hay buena relación, con una llamada telefónica.
Si añadimos el hecho de ser la Presidenta en funciones, la representación del Presidente de la Vicepresidenta era perfectamente correcta y ajustada al Decreto, a todos los efectos protocolarios. El Presidente de la Generalitat, máxima autoridad autonómica, preside todos los actos oficiales que tienen lugar en su territorio, salvo si asiste otra autoridad de superior rango (ver Decreto), como pueden ser el Jefe del Estado, el Presidente de Gobierno (no así un ministro), o el presidente del Congreso o el Senado, etc., en los actos de Carácter General. La Vanguardia afirmó que era la primera vez que esto ocurría y no es cierto. Todos recordamos las "escaramuzas" protocolarias que con motivo de la inauguración de la Feria Nacional e Internacional de Muestras de Barcelona tenía lugar todos los años. Si el presidente del gobierno español, a la sazón Felipe González , mandaba a su ministro Carlos Solchaga en representación suya; éste presidía el acto y el president Jordi Pujol no asistía al acto.
Al día siguiente, algunos titulares de prensa decían: "Problemas de protocolo en la Inauguración de la Feria". Nosotros no teníamos ningún problema protocolario, simplemente aplicábamos el Decreto. En realidad, como en el caso que nos ocupa, era un problema político al utilizar el protocolo del acto como caja de resonancia para manifestar públicamente sus opiniones o discrepancias. Con el tiempo mejoraron las relaciones y el ministro acudía sin ostentar la representación del presidente. Entonces Jordi Pujol asistía y ocupaba la presidencia del acto.
¿Quién hizo un feo a quién?
No nos corresponde a nosotros juzgar. Nuestra labor es la organización, nuestra actitud la discreción.
Perfil profesional de Pedro Nolla
Pedro Nolla ha sido jefe de Protocolo y Relaciones Públicas del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), desde 1983 hasta el año 2006. Es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Barcelona y técnico Superior de la Administración Local por concurso-oposición. Es experto en Ceremonial y Protocolo por la Universidad Complutense de Madrid, por el Consejo Superior de Comunicación y Relaciones Públicas de España (CSCRPE) y por la Confederación Iberoamericana de Relaciones Públicas (CIRP).
Además, ha impartido clases de protocolo y de usos y costumbres en la Diputación de Barcelona y en diversas universidades como en la de Barcelona y en la Jaume I de Castellón.