El protocolo es hacer lo que se debe.
Entrevista a Don Javier Martínez Parra, responsable de protocolo del Ayuntamiento de San Adriá.
El protocolo consiste en hacer lo que se debe de una forma natural y perfecta.
Javier Martínez Parra es el responsable de protocolo del Ayuntamiento de San Adrián desde hace 17 años y ha aconsejado a cinco alcaldes distintos y a sus corporaciones. Ahora, los ediles entrantes se muestran expectantes y receptivos ante las normas correctas de comportamiento.
El Ayuntamiento de San Adrián es de los pocos municipios navarros con un Reglamento de Protocolo propio, lo cual, en los actos oficiales, se nota. El encargado de que todo salga a la perfección es Javier Martínez Parra. Reconoce que la palabra protocolo asusta, aunque no se trate más que de seguir el sentido común, las buenas maneras y tener en cuenta la normativa.
¿Cómo resumiría el protocolo?
Es un arte que consiste en hacer lo que se debe de una manera perfecta y natural, basado en las leyes oficiales. En definitiva, es seguir las leyes jurídicas, morales y sociales. Siempre digo a los concejales que tienen que aprender a ser cargos públicos y a proyectar la imagen de su localidad. Como decía Jordi Pujol, el protocolo es la imagen plástica del poder.
¿En San Adrián es necesaria esta figura?
Evidentemente, no da como para pagar a una persona que se dedique exclusivamente a ello, pero hay muchos actos que lo requieren. Además, es un municipio con mucho movimiento en el ayuntamiento.
¿Hay mucho trabajo con el cambio de Ayuntamiento?
Han entrado muchos nuevos y están receptivos, con ganas de hacer bien las cosas. Algunos piensan que se resume en qué traje ponerse, pero es más serio que eso.
¿Cuáles son las nociones básicas que tienen que aprender?
Les enseñamos educación y buenos modales, que incluye cómo expresarse, cómo vestirse o la comunicación no verbal. También se explican las leyes de presidencia y precedencia. En definitiva, con el protocolo se intenta dar la sensación de que todo está hecho de forma sencilla. Mi principal consejo a los políticos es que piensen dos veces antes de actuar, que no sean impulsivos. Todo esto son consejos, no obligaciones.
¿Cuál es el mayor escollo con el que se encuentra?
La vanidad que se va adquiriendo con el tiempo. A muchos se les sube el cargo a la cabeza.
¿El protocolo está en todos los aspectos de la vida?
Yo creo que sí. Antes de hablar de protocolo, hay que hablar de educación y de buenos modales. El saludo, ceder el asiento a una persona mayor o no gritar forman parte del protocolo social y se utiliza hasta en las familias más humildes. Como decía Maurice de Talleyrand, sólo los tontos se burlan del protocolo, porque es algo que te simplifica la vida.
No obstante, puede sonar pasado de moda ...
Está intentado adecuarse a los tiempos sin perder su esencia. Por ejemplo, hay más austeridad y menos ostentación en las invitaciones o los banquetes oficiales.
¿Quién es una persona protocolaria?
Guardan muy bien las formas Yolanda Barcina y María Teresa Fernández de la Vega.
¿Cuándo se ha llevado las manos a la cabeza?
Muchas veces, aunque no las digo y me muerdo la lengua.
¿En su casa pone la mesa según marca el protocolo?
Por supuesto, soy muy buen anfitrión. Tengo deformación profesional y me gusta fijarme en todo. También tengo que reconocer que alguna vez me salto el protocolo. Por ejemplo, es muy difícil pasar al usted cuando ya tratabas de tú con anterioridad a un concejal cercano.