Apuntes al protocolo. Parte I
Conferencia pronunciada por: Excmo. Sr. D. Julio Olías Pleite. Los NO VERSADOS en la materia, piensan que los encargados o jefes de PROTOCOLO, no son más que personas divertidas o poco consecuentes...
Las tres partes fundamentales del protocolo: orden, lugar y tratamiento
Excmo. Sr. Presidente
Excmo. Sres. Académicos
Ilmos. Sres.
Damas y caballeros.
El devenir diario de las Instituciones y nuestra Real Academia se incluye en ellas, requiere como norma de convivencia, un sistema o mecanismo que ha venido en denominarse PROTOCOLO .
Cualquier modesto diccionario les diría que PROTOCOLO es "Una serie ordenada de escrituras, métricas y otros documentos que un notario o escribano, autoriza y custodia". Otra acepción sería: "Acta o conjunto de actas de un acuerdo, conferencia o congreso diplomático".
Estas dos definiciones, en el convivir diario de una Institución, suponen en la más llana de las definiciones, las normas que nos hemos dado los vivientes para que, en el seno de un reglamento, sepamos donde estamos cada uno, cual es nuestro lugar, cómo debemos tratar y ser tratados y algo, en fin, que no dañando a nadie, defina el dónde, cuándo, y cómo de las más elementales relaciones.
Es sobradamente conocido por todos, que en los albores de nuestro Siglo, el tu, ha sustituido al V.D.; el patronímico ha sido sustituido por un apelativo (en algunos casos hasta cariñoso) y que TABLA RASA, aquí vamos siendo iguales (y unos más iguales que otros).
No es ningún secreto, que para la mayoría de VV.EE., se ha ido degradando el trato personal y que "aquello" que en nuestra infancia, como señal y conocimiento de respeto, llamábamos REGLAS DE URBANIDAD y que se nos incluía en ingreso, primero o segundo de nuestros estudios de Bachillerato (que en Paz Descansen), ha degenerado de tal forma que prácticamente ninguno somos capaces de reconocer.
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Todo ello, mezclado y unido a la pobreza de lenguaje de nuestras jóvenes generaciones, hace que "ellos" se arreglen con veinte-treinta palabras (¡con la riqueza de nuestro idioma, Dios mío!) las más abundantes de las cuales sean v.g. (verbi gratia) "tío-tía, jo macho, nos vemos, o guay con o sin Paraguay".
¿Cómo se han tenido que defender las instituciones? Pues simple y llanamente, aunque no tan simple, acordando normas, lenguaje, preferencias, etiquetas y un montón de etc., etc. Que viene siendo si V.V.E.E. nos lo permiten, preocupación diaria que va desde como debe montarse una mesa presidencial, a cual es el tratamiento de todas y cada una de las personas, en función de sus cargos, títulos, categorías, otra vez etc. etc. , pasando por si los cubiertos de tal especialidad se colocan a la derecha o la izquierda, o como debe ser el PROTOCOLO en algo tan pedestre como el Footballo una corrida de Toros, que no se asusten VV.EE., ya veremos que tienen sus normas, lo que hemos llamado desde el principio PROTOCOLO.
Los NO VERSADOS en la materia, piensan que los encargados o jefes de PROTOCOLO, no son más que personas divertidas o poco consecuentes, que se pasan las jornadas: de vino español en copa de licor, eligiendo los atuendos adecuados o preocupándose de que en tal o cual acontecimiento mundano sean "invitados" los "niños bien" del momento, o que cada participante, lleve en la fiesta adecuada, el disfraz "más a tono". Y eso, Excmos. Sres. NO ES PROTOCOLO y solo es la actividad que se ha "puesto de moda" con personas sin formación, de pocos escrúpulos y muy "guays" tal cual alguna señora de apellido extranjerizante de nuestros días, que a cuenta de sus "dotes de organización" rinden un servicio a la podrida sociedad en la que viven y de la que obtienen unos pingües beneficios, que para sí quisieran muchos de los presentes.
Tranquilizado nuestro espíritu, encuadremos etimológicamente el termino Protocolo. Tiene origen latino, y proviene del vocablo PROTOCOLLUM que asimismo se entronca con la afección griega PROTOKOLLUM, referida a la "primera hoja pegada al principio de un manuscrito y lugar donde se realizan anotaciones en relación con el contenido".
El prefijo PROTO, supone primacía, preeminencia o categoría superior.
De lo que a lo largo de muchos, muchos años, he aprendido del Excmo. Sr. Dr. Tomás Pérez García, me fuerzo a buscar la definición del término en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua: "Regla ceremonial diplomática o palatina, establecida por decreto o costumbre".
Es posible que el PROTOCOLO, se remonte en su aparición, al momento en que un grupo de individuos se vieron forzados a convivir y relacionarse entre si.
Según Fernando Fernández que fue (no se si sigue en el cargo) Director de Relaciones Públicas y Protocolo de RTVE. ; hay tres partes en el Protocolo de las personas y dos símbolos: ORDEN, LUGAR y TRATAMIENTO.
Estos Tres hechos se regulan por el R.D. de 1983 sobre ORDENACIÓN DE AUTORIDADES DEL ESTADO. Hasta ese momento, existió un vacío en lo referente a la regulación del orden de precedencia y presidencia de los actos oficiales.
Este vacío que propiciaba en algunos momentos un caos en los actos oficiales, provenía de la única normativa existente desde 1968, con el nombre de PRECEDENCIAS Y ORDENACIÓN DE AUTORIDADES Y CORPORACIONES; normativa por otra parte, que a los niveles de nuestro año, ha quedado obsoleta en muchos aspectos, entre los que cabe mencionar las Autonomías y sus atrocidades y Autoridades.
Decíamos hace unos instantes que hay tres puntos fundamentales en el PROTOCOLO, a saber: ORDEN, LUGAR Y TRATAMIENTO.
El primero, ORDEN, determina que una persona preceda a otras, sin lo cual los actos resultarían caóticos. No obstante esta normativa debe ser consensuada lo más posible, dado que pueden estar presentes varias personas con la misma categoría y prestigio, cuando el lugar a emplear (la silla) es única.
El segundo, LUGAR, es el espacio en el cual se sitúa la autoridad o el símbolo.
Finalmente el TRATAMIENTO, debe diferenciarse en cada persona como señal de respeto y en reconocimiento al cargo que ostenta, título nobiliario que posea o condecoraciones de alto rango que le fueron otorgadas.
Una vez aclarada la esencia del Protocolo, hay una serie de hechos que acompañan a las actuaciones protocolarias, cual puede ser el CEREMONIAL, la ETIQUETA o las REGLAS DE CORTESÍA (que empiezan a estar en desuso, desafortunadamente) que unidas a la norma DECRETADA, completan el lucimiento de un acto, en el que, por muy experto que pueda ser el JEFE DE PROTOCOLO, siempre, o casi, se termina dañado el prestigio, personalidad, honores conquistados etc. etc. de alguno de los asistentes.
Alrededor de esta actividad, se han hecho definiciones, casi siempre acertadas, dos de las cuales les apuntamos a continuación.
"EL PROTOCOLO ES LA PLÁSTICA DEL PODER"
Jordi Pujol (Presidente de la Generalidad de Cataluña).
"EL PROTOCOLO ES AQUELLA DISCIPLINA QUE CON REALISMO, TÉCNICA Y ARTE, DETERMINA LAS ESTRUCTURAS O FORMAS BAJO LAS CUALES SE REALIZA UNA ACTIVIDAD HUMANA IMPORTANTE"
José Antonio de Urbina (Embajador de España).
El PROTOCOLO, como patrón del CEREMONIAL, ha tenido múltiples variantes, ligadas a regiones, reinos o personas. Tal complicación terminó unificándose en la Constitución de 1978 y que con posterioridad fue desarrollado en el R.D. 2099/83 que regula el ORDENAMIENTO GENERAL DE PRECEDENCIAS EN EL ESTADO.
Siguiendo a Fernando Fernández y como confirmación de la diversidad de "PROTOCOLOS" en épocas y personas, anotemos como curioso documento lo que sigue:
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MONARQUIA VISIGÓTICA Y ASTURIANA. los reyes eran ungidos y coronados.
MONARQUIA NAVARRA. Los monarcas eran alzados sobre un escudo.
MONARQUIA LEONESA.- Procesión desde el castillo a la Catedral. Juraban de rodillas ante el prelado. El oficiante investía al rey con: Espada, anillo, cetro, báculo y manto.
MONARQUIA CASTELLANA. la proclamación era ante el pueblo.
En estos momentos en España se sigue la tradición castellana. Los monarcas son proclamados en las Cortes Generales, dado que la representación de la Soberanía, es el pueblo. (Artículo 61 de la Constitución)
Como "lo primero, siempre ha sido antes", centrémonos en la genealogía de nuestra monarquía, para luego y en su momento, hablar del PROTOCOLO de la Casa Real y de la Casa del Rey, que como todos saben, semánticamente son cosas distintas.
La familia Borbón, de origen francés, reinó en tiempos en Francia y otros estados europeos. Su nombre lo toma del castillo de Bourbon, localizado en el centro de Francia, siendo sus orígenes una familia feudal que en el siglo XIII emparentó con los Capetos, obteniendo el título ducal en 1327.
Según Fernando Fernández, en su CEREMONIAL y PROTOCOLO, Beatriz de Borbón casóse con Roberto de Clemont, hijo de Luis IX de Francia . De esta nueva rama de sangre real, nacieran las colaterales de Borbón- La Marche; Borbón - Montpensier (desaparecieron en el siglo XVI), Borbón- Busset (aún existe) y Borbón-Véndome. De esta última rama, se derivaría la Borbón-Condé que subió al trono de Francia con Enrique IV (1589) con los sucesivos Luis XIII , Luis XIV , Luis XV , Luis XVI (todos Luises) reinando hasta 1792, recuperando el trono tras la caída de Napoleón, con Luis XVIII y Carlos X .
Los Borbones llegan a España en 1700 cuando en el testamento de Carlos II el Hechizado , que muere sin descendencia, se nombra a Felipe, DUQUE DE ANJOU: heredero del difunto, a pesar de que las monarquías europeas no reconocieron los hechos hasta el Tratado de Utrecht .
De nuestros cercanos días (de la cronología de las casas de Austria, Borbón, Bonaparte y otra vez Borbón, son VV.SS. sobradamente conocedores) digamos que tras la PRIMERA REPUBLICA (1873 - 74) se restaura la monarquía, en la persona de Alfonso XII (1874-1885) sigue el XIII de los Alfonsos Borbones (1886-1931); se continúa con la SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1939) continúa con la jefatura de Francisco Franco (1939-1973) volviendo la Casa de Borbón con D. Juan Carlos I ( nuestro actual monarca.- q.D.G. -que Dios guarde-) y sigue en nuestros días, siendo hijo de D. Juan de Borbón y Batemberg y D.ª María de las Mercedes de Borbón Orleans , princesa de las Dos Sicílias, Condes de Barcelona y a efectos de nuestro PROTOCOLO, con tratamiento de Altezas Reales.
Siempre que se habla de PROTOCOLO, vienemé a la memoria lo que a tales efectos repetía una y otra vez el diplomático DOUSINAGUE, que terminó siendo Director de la Escuela Diplomática: " Cuando se habla de un Rey, hay que tener muy a mano, todos los títulos que ostenta". (Hablaba en plena época franquista).
En tal sentido, aquí queda un sucinto listado de los títulos históricos, que posee nuestro Monarca Juan Carlos I: Majestad Católica, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Menorca, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales; Archiduque de Austria; Duque de Borgoña, de Brabante, de Milán, de Atenas, Marques de Oristán; Conde de Habsburgo, de Flandes, del Tirol, del Rosellón, de Goceáno, de Cerdeña, y de Barcelona; Finalmente: Señor de Vizcaya y de Molina.
Todo lo referido a la Familia Real, figura en el Registro Civil de la Familia Real de España, creado por R.D. de 22 de enero de 1973, anulado en 1931 con la llegada de la República.
Fue restablecido el 20 de noviembre de 1975 por Decreto-Ley 17/1973, dictándose el R.D. correspondiente, el 27 de noviembre 2917/1981.
Muy interesante a efectos protocolarios, es la composición de la denominada, CASA DE SU MAJESTAD EL REY.
Organismo que depende directamente del Rey y que le apoya en las actividades que se derivan de sus funciones de Jefe del Estado.
Entiende asimismo de la organización y funcionamiento del régimen interior de la Casa.
En virtud del Artículo 65 de la vigente Constitución, recibe de los Presupuestos Generales del Estado, una cantidad que debe cubrir el sostenimiento de su Familia y Casa. Por otra parte, El Rey nombra y cesa libremente, sin consultas de ningún género, a los miembros civiles y militares de su Casa.
La estructura protocolaria, por R.D. 434/1988, de 6 de mayo es la siguiente:
JEFATURA DE LA CASA: Tiene consideración administrativa de Personal de Alta Dirección. Se encuentra situado en el nº 17, en el Decreto de Ordenación de Precedencias en el Estado, a continuación del Alcalde de Madrid y por delante del Presidente del Consejo de Estado.
SECRETARÍA GENERAL: De ella dependen los siguientes servicios de la Casa:
- Gabinete de Planificación, Secretaría de Despacho y actividades y Programas.
- Secretaría de S.M. la Reina.
- Secretaría de S.A.R. el Príncipe de Asturias.
- Jefatura de Relaciones con los Medios de Comunicación.
- Jefatura de PROTOCOLO.
- Jefatura de Intendencia.
- Jefatura de los Servicios de Seguridad-Centro de Comunicaciones e Informática. (Aquí mi cariñoso recuerdo para mi vecino y amigo Javier Pastor que falleció siendo Jefe de la Seguridad de S.M.).
- Jefatura del Cuarto Militar, del que dependen los Ayudantes de Campo del Rey y del Príncipe de Asturias.
- La Guardia Real.
Censada la Casa de S.M. El Rey, concluimos este capítulo de nuestra pequeña historia del PROTOCOLO, con la remota posibilidad de que, en el devenir del tiempo, pudiera ser útil en alguna de las necesidades de contacto de NUESTRA REAL ACADEMIA, con el entorno de nuestro Rey.
Tal importancia está tomando el Protocolo, que lo que hace años, era más intuitivo que reglamentado. Y que suponía en la Escuela Diplomática, un tema de una hora semanal, en la actualidad es una Titulación Oficial que se imparte en la joven UNIVERSIDAD CAMILO JOSÉ CELA (sita en Villanueva de la Cañada), con el nombre de: "Diploma en Diplomacia y Protocolo" en la FACULTAD DE DERECHO.
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Requiere para su estudio y matriculación, tener aprobada la selectividad.
Dentro de los estudios protocolarios, ocupa un lugar importante lo que se denomina con el nombre de NOBLEZA.
El estudio de los Nobles se encuadra en una ciencia que se denomina NOBILIARIA. Este estudio pertenece al derecho premial.
Noble es aquel individuo que tiene distinción y señorío y que por ello, disfruta de cierto privilegio y títulos que ha adquirido por razón de herencia (en su nacimiento) o por decisión de un Soberano.
Desde el punto de vista etimológico, es un término que se corresponde con notable, cuya afección semántica supone "el que es conocido". (poco que ver, como comprenden VV.SS. con la calificación de nuestros exámenes) en los que Notable, es un "poquito más que aprobado, pero menos que Sobresaliente.
Esos títulos nobiliarios, pueden ser hereditarios o vitalicios. Los primeros, son heredados por los miembros de la familia del primer titular. Los segundos son personales e intransferibles, por lo que su titularidad desaparece con el primero y único titular.
Para López Nieto, existen, en función de su origen, tres clases de nobleza: Nobleza de Privilegio; Nobleza de Sangre y Nobleza de Cargo.
La primera, Nobleza de Privilegio, se obtiene por concesión de S.M. el Rey (por méritos de servicios prestados) en dos categorías: personal (que es vitalicia) o hereditaria.
Un reciente ejemplo es la concesión del titulo de Duque de Suárez, a D. Adolfo Suárez, (q. e. p. d.) con tratamiento de Excmo. Sr. por sus servicios prestados al país. Es vitalicio, pero no puede ser heredado.
La segunda, Nobleza de Sangre, corresponde a la herencia de antepasados. Se conoce con el nombre de nobleza de Sangre Legal, la que se adquiere por derecho, cuando dicho titular, lleva tres generaciones o más en el seno de la familia. Nuestro ejemplo podría ser la Casa de Alba, título que se viene heredando ancestralmente, de generación en generación.
Finalmente la Nobleza de Cargo, está ligada a determinados cargos (V.G. - verbi gratia - El presidente de un tribunal de justicia) y su condición es de NO HEREDITARIA. (Nota. Verbi gratia = por ejemplo).
En la actualidad (y sólo vamos a enumerar), para evitar añadir más contexto a nuestra exposición, cómo se accede a un título nobiliario. Se puede llegar por los siguientes caminos: CONCESIÓN, SUCESIÓN, REHABILITACIÓN, CESIÓN Y DISTRIBUCIÓN.
En muchas ocasiones, nos hemos planteado, "qué es más, en los títulos nobiliarios"; aquí va una cronología en orden a la importancia y jerarquización:
DUQUE, cuya etimología viene del latín DUX igual a Capitán o Caudillo. Solían tener ejércitos propios. Las posesiones que el Rey les concedía por sus servicios, recibían el nombre de Ducados. En nuestro País el título va acompañado de la dignidad de Grande de España. Dícese que el más antiguo, entre los españoles es el Ducado de Arjona, concedido por el Rey Juan II de Castilla en el año 1427.
MARQUES. - Etimológicamente de la palabra germana MARKGRAF, igual a frontera o marca. El primer título concedido en Castilla es del S. XIV. Quizá el más antiguo sea el de Marques de Santillana, que en 1445 concedió el mismo Juan II de Castilla.
CONDE, de Latín COMES (persona que acompaña al Rey).
VIZCONDE, sustituía al Conde por ausencia o mandato; habitualmente hijos o sucesores.
BARÓN, de origen germánico, del término BARO (hombre libre y guerrero). Siendo el último en nuestra cronología. En los países germánicos está considerado como el más importante.
SEÑOR, podría ser el último título en escala de valores. Algunos expertos, dicen que es un título nobiliario muy discutible. No obstante, por nuestra parte, sólo añadir que S. M. El Rey (q. D. G.) Juan Carlos I es: Señor de Vizcaya y Molina y su heredero, el Príncipe Felipe, es el Señor de Balaguer.
Amen de los citados en España, existen además, los señoríos de la Casa de Lazcano, Casa de Rubianes, y finalmente el Señorío de Meíras, los tres con Grandeza de España y sin el título de Grandeza, los señoríos de Alconchel, de la Leiguera de Vargas y de Sonseca.
Existen finalmente, en protocolo, una serie de Nobles, que se denominan NO TITULADOS, descendientes de familias nobles, personas consideradas tales en los antiguos regímenes monárquicos; se les llama Nobles sin Título y corresponden a las denominaciones de HIDALGO y CABALLERO.
El verdadero sentido de la hidalguía para Martínez-Correcher, se cifra en su antigüedad en el linaje. Los Reyes, en consecuencia, podían crear nobleza, pero no hidalguía (hidalgo = hijo... dalgún o de "alguien").
Al Rey Felipe IV, (cuentase que por desconocer nuestras costumbres) hubo de decirle el Conde-Duque de Benavente: "S. M, puede crear Grandes de España, pero no Hidalgos, "eso" solo los hace el tiempo y Dios".
El último escalón de lo narrado, lo constituyen los CABALLEROS. Es nobleza no titulada y pertenecen a las denominadas ORDENES DE CABALLERIA. Eran quienes cabalgaban, a pesar de que en la actualidad, muchos de los titulados caballeros, ni montan, ni han montado, ni saben, acercarse a un caballo.
Hemos mencionado en párrafos anteriores, varios títulos con Grandeza de España. Dos palabras sobre el tema: La Grandeza de España la creó el Emperador Carlos I en 1520, año en el que fue su coronación imperial en Aquisgran. Su antigüedad se remonta a los Ricos-Hombres de Castilla y León y los barones de Cataluña, Navarra y Aragón. Eran nobles que poseían muchas riquezas, territorios y vasallos, lo cual les suponía un gran poderío. Ese poderío hacía que el propio Rey debía "acatar" las Libertades del Reino y que comenzaban con las conocidas palabras: "NOS, que somos tanto como VOS y juntos más que VOS ... os emplazamos, Señor, a jurar ante NOS ... etc., etc".
La reglamentación de la Diputación Permanente de la Grandeza, la aprobó Fernando VII en 1815 con el nombre de REGLAMENTACIÓN PARA EL RÉGIMEN DE LA CLASE DE GRANDES, EN SUS JUNTAS GENERALES.
En la ordenación de los Grandes de España, el primer lugar lo ocupa la actual Duquesa de Alba y no precisamente por ser Duquesa de Alba, sino, como dice Villarrubias Solanas, por ser la titular del Condado de Lerín, titulo otorgado en 1424 por Carlos III de Navarra . Es por tanto el título más antiguo desde que Carlos V, creó la grandeza de España.
- Apuntes al protocolo. Parte I
- Apuntes al protocolo. Parte II
- Apuntes al protocolo. Parte III