Consejos para la hora del baño de los niños. ¿Qué normas de educación hay que respetar?
Los niños deben estar atentos a las indicaciones de sus padres sobre las normas establecidas a la hora de bañarse, así como a las normas generales que haya para todos los bañistas
Niños a la hora de bañarse. Respetar las señales y la normativa de la playa o de la piscina
El agua puede ser un elemento peligroso cuando se ignoran algunas de las medidas más básicas de prudencia y sensatez. Por esta razón, los mayores deben estar muy atentos de lo que hacen sus pequeños. En un segundo se puede poner en peligro la vida un niño.
Tanto los más pequeños de la casa como los adultos, deben respetar las señales de aviso y peligro que establecen los encargados de la seguridad de la playa o la piscina, la Cruz Roja, los socorristas o la policía local, quien sea. Nada de saltarse a la torera estas normas que luego suelen traer consecuencias muy graves, en algunos casos. Una norma muy clara y general, es que los niños no pueden bañarse en la piscina de los mayores. Deben ir a la piscina infantil.
Además de las normas oficiales, por decirlo de alguna manera, hay otras normas de civismo que debemos respetar. Los juegos con pelotas, palas, discos, etcétera, lejos de donde haya grandes aglomeraciones de personas. Cuidado con otros juegos donde haya muchas personas alrededor. Podemos herir a alguien sin querer. Juegos tales como volcar una balsa hinchable, lanzar un flotador, jugar a salpicar o a las aguadillas, etcétera, debe hacerse con mucho cuidado y mejor lejos de los grupos de bañistas. Si no somos prudentes con estos juegos, es posible que alguien salga lesionado -un codazo, un raspón con la barca hinchable, etcétera-.
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Si estamos en una playa o en el río, hay que entrar y salir del agua con cuidado, sobre todo si hay personas en la orilla, charlando, caminando o bien reposando en su silla o tumbona. Entran corriendo y salpicando a todo el mundo, es de mala educación. Incluso, puede ser el origen de alguna riña o disputa con los padres del menor.
Cuidado con los empujones y tropiezos cuando la piscina o la playa está llena de gente. Si poniendo todo el cuidado aun así tropezamos, lo menos que tenemos que hacer es pedir disculpas. Nada de salir corriendo o ignorar el hecho como si no tuviéramos nada que ver con ese incidente.
Si nos llaman la atención por habernos saltado alguna norma, tenemos que saber aceptar esa amonestación. Nada de contestar al socorrista, al vigilante o a la persona que esté al mando de la zona.
Los niños no deben de imitar los malos comportamientos de otros niños o de los adultos irresponsables. Que otras personas hagan mal cosas o hagan cosas peligrosas no debe servir de disculpa.
Resumiendo, disfrutar del agua siendo prudentes y respetando las normas es la mejor garantía de que todo va a ir bien. Si todo el mundo hiciera lo mismo, se evitarían muchos accidentes y muchas muertes que suelen ser el resultado de acciones imprudentes.