Ya estamos bien vestidos, aseados y hemos dejado en el cajón de la mesita de noche algunos complementos poco adecuados para causar una buena primera impresión. Nada más cruzar la puerta de la empresa ¿qué hago? ¿por dónde empiezo?
Vayamos por partes. Si hay una recepción, lo primero saludar y preguntar por la persona que nos ha llamado o que nos ha escrito, o bien por el departamento o sección donde tiene lugar la selección de personal.
Si nos indican que aguardemos un momento, esperaremos en pie, hasta que nos indiquen dónde dirigirnos. Si nos invitan a sentarnos y esperar, seguiremos las indicaciones dadas. Si nos llevan a una sala de espera, saludaremos al resto de personas que se encuentren en la misma y tomaremos asiento.
Cuidado al sentarse. Debemos tener en cuenta que estamos, por decirlo así, en un examen, y se pueden fijar en nosotros, hasta cómo nos sentamos. Hay que sentarse, no dejarse caer en el asiento, repantigarse o adquirir posturas demasiado "cómodas". No estamos en el sofá de nuestra casa. Tenemos que tener presente que hay empresas que nos graban con cámaras, o que se encuentran al otro lado de la habitación observándonos.
También, en la medida de los posible, no hay que demostrar nerviosismo. Cosa fácil de decir y difícil de aplicar. Hay que tratar de evitar cualquier gesto que pueda demostrar inseguridad, nerviosismo, ansiedad, inquietud, etc. Podemos charlar con los otros candidatos, para demostrar nuestro don de gentes y nuestra capacidad para relacionarnos con personas desconocidas.