¿Qué temas de conversación son adecuados para entablar una conversación en una fiesta o encuentro?
En una fiesta, podemos hablar de casi todo, siempre que se haga de una forma discreta y prudente. Hay que tratar de hablar sobre temas muy generalistas
¿De qué hablamos en una fiesta? Los temas de conversación más apropiados
Los temas de conversación pueden variar en función del 'tipo de invitados' con los que nos vamos a relacionar. No es lo mismo estar entre amigos, que estar en una fiesta donde apenas conocemos a nadie.
Si estamos en una fiesta con amigos, los temas de conversación pueden ser casi todos los que se nos ocurran. Incluso, los definidos como 'prohibidos', como la política, deportes, etcétera. Entre amigos suele ser bastante común contar todo tipo de batallitas, de cuando estudiábamos, de cuando estábamos en el recreo, en la universidad, en el viaje de fin de curso, en alguna excursión o campamento, etcétera. Es fácil, cuando se está entre amigos, iniciar una conversación.
Conocer a la otra persona antes de sacar algún tema de conversación
El tema de conversación va a depender mucho de la persona con la que vamos a hablar. No es lo mismo hablar con una persona a la que nos acaban de presentar que charlar con un amigo o familiar de más confianza, como hemos comentado en el párrafo anterior.
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Si no conocemos mucho a la persona con la que vamos a charlar, es mejor tratar de hablar sobre temas muy generalistas o neutros: viajes, libros, gastronomía, cine, etcétera. Es poco habitual que tratando este tipo de temas se genere algún tipo de diferencia importante que origine alguna discusión o disputa. Pero hay gente para todo.
Si estamos en un grupo o corrillo, podemos dejar que sea algún otro invitado el que comience la conversación. Si el tema no es de nuestro agrado, podemos ofrecer una disculpa e irnos. Pero no es recomendable, salvo que haya mucha confianza, tratar de cambiar de tema o hacer algún tipo de comentario inapropiado sobre el tema.
En una conversación con 'conocidos' o recién presentados debemos evitar los temas más controvertidos o que pueden general algún tipo de discusión como son los temas de política, religión o creencias, algunos deportes, etcétera. No obstante, suele ser más común de lo que pensamos que estos temas salgan en muchas conversaciones. No debería haber problemas si tratamos con personas bien educadas.
Un buen anfitrión debería ser el encargado de presentar y abrir la conversación, pero dependiendo de lo multitudinaria que sea la fiesta, es posible que no pueda hacerlo, por lo que es bueno recurrir a temas neutros y de interés general para abrir una conversación. Si todos son de la misma ciudad o localidad, es posible tratar algún tema local de actualidad, siempre que no sea de política o un tema que pueda generar controversias.