Si no conozco a alguien ¿me puedo presentar yo mismo? La fórmula de la autopresentación
Autopresentarse debe ser un recurso que debemos dejar para casos muy esporádicos, no utilizarlo de forma indiscriminada.
Disculpe, permítame que me presente …
Los habitual en cualquier tipo de encuentro, reunión o fiesta, es que las presentaciones se hagan por medio de terceras personas. Anfitriones, conocidos comunes, etcétera. Pero hay otras formas de presentarse.
Cuándo nos autopresentamos
La autopresentación es un recurso que solo se debe utilizar cuando los anfitriones están muy ocupados, y no encontramos a ningún amigo o conocido que nos pueda hacer de "introductor" o mediador para presentarnos a esa persona con las que estamos interesados en charlar o conocer.
En reuniones más informales o íntimas, la autopresentación es algo bastante habitual cuando no encontramos quien nos presente, aunque siempre es mejor tratar de buscar la "ayuda" de este mediador o introductor, antes de autopresentarnos que debe ser el último recurso del que echar mano.
El protocolo indica que no se debe hacer una autopresentación ante una persona de gran relevancia o rango. Siendo un poco exagerados, nadie se autopresenta al Rey, al Presidente de Gobierno, al Príncipe de Asturias, etcétera.
Cómo autopresentarnos
Simplemente, es cuestión de 'lanzarse', con prudencia, y acercándonos a la persona en cuestión decirla algo similar a esto:
"Disculpe, permítame que me presente..."
y decimos nuestro nombre.
No debemos interrumpir una conversación, una comida o cualquier otro momento similar. Para autopresentarnos, debemos esperar el momento apropiado para evitar molestar.