Carta de un hijo a su padre comunicándole sus deseos de ir a América.
Carta en la que un hijo participa a su padre sus deseos de ir a América.
Carta de un hijo a su padre comunicándole sus deseos de ir a América.
Sr. Severrino Lacruz.
Badajoz.
Cartagena 13 de agosto de 185..
Amado padre:
Voy a consultarle a Vmd. un proyecto sobre el cual he meditado muy seriamente y en el que hallo sin duda muchas garantías de buen resultado. Tal vez a Vdm. le parezca descabellado e irrealizable, mas no por ese temor debo dejar de manifestárselo a Vmd. que es mi única guía y preceptor. Dentro poco tiempo cumplirá un año que llegué a ésta para dedicarme a algún arte u oficio que con el tiempo pudiese darme algunos lucros; pero gracias a la protección que me han dispensado mis tíos y al amparo que en su casa he encontrado, esta es la hora en que por mii motivos que sería prolijo enumerar, todavía no he determinado cosa alguna sobre el particular, y si he de seguir mis propias inclinaciones, es probable que pase otro tanto tiempo sin tomar resolución alguna.
Para que yo abrace una carrera con gusto, es menester que vea en ella un aliciente muy vivo y sostenido, y todas las artes y oficios que he visto hasta hoy en Cartagena no me inspiran la menor afición. No porque algunos de ellos no sean muy decentes y recomendables; tampoco porque desconozca que en cualquiera posición en la sociedad el hombre aplicado puede llegar a una posición agradable; sino porque ya que he de determinarme por una carrera, quiero antes de hacerlo, que ésta merezca todas mis simpatías.
El proyecto que abrigo ya hace algún tiempo y voy ahora a manifestar a Vmd., es de pasar a América para entrar en clase de dependiente en alguno de los muchos establecimientos industriales o comerciales que hay en nuestras Antillas. Varias son las consideraciones que en favor de mi proyecto podría hacer a Vmd., pero ya porque los límites de una carta no me permiten entrar en semejantes reflexiones; ya porque Vmd. podrá conocer muchas de las ventajas que reporta el que se establece en América, me abstendré de enumerarlas. Una cosa únicamente diré a Vmd. y es, que si mi proposición mereciese su aprobación, me sería muy fácil adquirir buenas recomendaciones en ésta, que es lo más esencial en mi concepto.
Como quiera, espero me dirá Vmd. francamente su parecer, como yo acabo de abrirle a Vmd. enteramente mi pecho. Cualquiera que sea las resolución que Vmd. tome, no dude será obedecido por su respetuoso hijo y S.S. Q.S.M.B.:
Fortunato Lacruz.