Carta de un Marqués a una Duquesa viuda.

Carta, por la muerte de un Grande de España a la Duquesa viuda, un Marqués su amigo.

El arte epistolar. Reglas teórioc-prácticas para escribir. 1819.

 

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Muerte de un Grande de España. Carta de un Marqués amigo a su viuda, una Duquesa.

Excelentísima Señora.

Mi venerada favorecedora y muy Señora mía: el fallecimiento del Excelentísimo Señor Duque nos ha consternado; mi casa está hecha un mar de lágrimas; ni se piensa en comer, ni en dormir, y los sollozos resuenan por todos sus rincones. La beneficencia, los tiernos sentimientos de humanidad, y en fin el alivio de los males todos que de con tinuo afligen a los míseros mortales, perecieron con nuestro amado Duque.

Cuanto pudiera decir en su elogio lo publica el sentimiento general que acompaña al justo llanto de V.E.; lágrimas más dignas jamás se han derramado, ni habrá ya un mortal que tanto las merezca. V.E., su amada y tierna esposa, conocía más bien que nadie las sublimes admirables prendas de que estaba su heróica virtuosa alma dotada, y por esta razón el llanto de V.E. es el más amargo.

Pero, Señora Excelentísima, el llanto general, el particular de todos los de esta casa tan amiga y favorecía de esa, el llanto de ella misma, y la desolación de V.E. de que estamos bien informados, no son bastantes a volver a este mundo. ¿A qué pues aumentar en vano las penas de esta vida con tan acerbos dilatados lloros?

El Divino Hacedor del Universo dijo: "Destruid, reproducid"; y la naturaleza toda obedece en silencio esta orden inviolable. Todos nosotros seremos infaliblemente en ella comprendidos; y nuestro caro Duque nos precede tan solo de unos breves momentos, que como exalaciones desparecen, y mas al compararlos con la eternidad inacabable.

¿Porqué sentir, mi Señora Duquesa, que nuestro amado Duque, saliendo de este valle de lágrimas, se mire exento de trabajos, por el único medio de libertarse de ellos? Ah! sus virtudes han hecho volar en derechura su alma feliz a la gloriosa mansión de los Bienaventurados, donde sin cesar rogará a Dios por la felicidad de V.E. y toda esa apreciable familia, y a sus votos unirá siempre los suyos el mejor amigo y reverente apasionaso servidor,

Q.B.L.P.P. de V.E.

Valencia 20 de marzo de 1818.

Excelentísima Señora.

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