Buenos modales al volante

El automóvil, en muchas ocasiones, es un lugar donde hasta las personas más educadas pierden sus buenos modales

 

Conducir. Conductor al volante. Mosman Council

Conducir con prudencia: ser educado al volante

Reglas de cortesía para ser un buen conductor

El automóvil -coche-, en muchas ocasiones, es un lugar donde hasta las personas más educadas pierden sus buenos modales. Los atascos, las prisas, el ritmo acelerado de la ciudad... nos hacen que nos volvamos un poco más agresivos cuando nos ponemos al volante.

Si somos capaces de controlar esta agresividad, nuestra vida y la de los demás puede ser mucho más civilizada y tranquila. Una conducción prudente, responsable y sensata puede evitar muchas discusiones, trifulcas y disgustos.

Además, debemos tener en cuenta que en muchas ocasiones no viajamos solos el coche. Si vamos acompañados de otras personas, debemos tener muchos más cuidado con las cosas que decimos y que hacemos -sobre todo cuando son niños las personas que nos acompañan-. Hay que tratar de dar un buen ejemplo tanto a las personas que nos acompañan como a las personas que nos pueden observar fuera del automóvil.

Conductor. Conductor joven y prudente State Farm

Sugerencias para no perder los nervios al volante

Podemos hacer algunas sugerencias para mejorar nuestras "formas" al volante.

1. Respetar. Hay que respetar las señales de circulación: los semáforos en rojo, los límites de velocidad, los sitios donde no se puede aparcar -estacionar-, los pasos de peatones, etc. Un coche mal estacionado puede ser un estorbo para circular con un coche de bebé, para pasar con una silla de ruedas...

2. Paciencia y educación. Si alguien ha aparcado en doble fila, si se pone el semáforo en verde y el automóvil que va delante de nosotros no se pone en marcha, etc. debemos tener paciencia y tratar de avisar sin ser demasiado molestos para el resto de ciudadanos. Los ciudadanos no tienen la culpa de nuestra impaciencia o mal humor.

3. El claxon. No debemos ser de esas personas que abusan de la bocina - claxon- de nuestro coche, aturdiendo a todos los peatones. Poco, por no decir nada, se arregla tocando el claxon de manera insistente en un atasco. En caso de tener que dar un aviso, que por el motivo que sea nos impide el paso (automóvil aparcado en doble fila, coche parado, etc.) se puede tocar el claxon una o dos veces, pero con moderación.

4. Los insultos. No es nada educado, y por desgracia es demasiado sencillo, llegar a insultar al conductor que cambia de carril sin avisar delante de nuestras narices, o que realiza cualquier otra acción no muy correcta. O insultar a ese peatón que se nos ha echado, literalmente, encima de nuestro coche. Hay que ser comprensivos y prudentes.

Conductora. Conductora con actitud agresiva State Farm

5. Los gestos. Como en el caso de los insultos, es de personas poco educadas hacer gestos obscenos a otros conductores o peatones. No se arregla nada, quedamos como groseros y solo logramos enfadarnos más e, incluso, es posible que ese mal gesto sea el inicio de una disputa o de una pelea.

6. Disculpas. Si somos nosotros quienes hacemos algo incorrecto, hay que saber pedir disculpas. El otro conductor o peatón sabrán agradecer este detalle.

7. Generosidad. Tanto dentro como fuera de un automóvil hay que ser generosos. Nada nos cuesta ceder el paso a un peatón, aunque no cruce por un paso de cebra, dejar pasar a otros automóviles que se incorporan a un carril, dejar pasar a un coche que sale de un garaje, o dejar pasar a un automóvil que quiere cruzar una avenida de un lado a otro. Hay que ser amables y tener un punto de cortesía que, al volante, se ha perdido en gran medida.

8. Pasajeros. Si llevamos acompañantes en nuestro automóvil también deberían respetar todas estas reglas de cortesía y buena educación. El conductor es el responsable del vehículo en todo momento.