Cómo comportarse en público. La informalidad no desterró los buenos modales.
A pesar de que la informalidad ha ganado mucho terreno en la vida social de las personas, las normas de educación y de buenas costumbres siguen teniendo vigencia.
Los expertos opinan que las normas de educación tienen vigencia en distintos sectores sociales y que la televisión influyó en este fenómeno.
"¿Cómo tengo que llevar el tenedor a la boca?"; "A esta señora ¿la saludo con la mano o le doy un beso?"; "¿Cómo ubico a los invitados en la mesa?"; "En la tarjeta que me mandaron dice que tengo que ir a la fiesta de sport elegante ¿qué significa eso?".
A pesar de que la informalidad ha ganado mucho terreno en la vida social de las personas, las normas de educación y de buenas costumbres siguen teniendo vigencia y no se limitan solamente a los ámbitos políticos o empresariales. Como ejemplo bastan las preguntas enumeradas en el párrafo anterior que, aunque ficticias, seguramente son similares a las que muchos se plantean antes de acudir a una reunión o de organizarla.
La manera en la que se comportan las personas varía de acuerdo con el ámbito en el que se encuentran. De todos modos, hay un trasfondo normativo que rige la gran mayoría de las relaciones interpersonales, según explicaron Florencia Nadal y Eduardo Cano, docentes de la carrera de Relaciones Públicas y Ceremonial. "El ceremonial, que nace como una forma de regular los comportamientos, se divide en dos áreas: el social y el institucional. En el primer caso, se refiere a la forma en la que deben relacionarse las personas fuera de los ámbitos oficiales, en la vida privada. El segundo es el que se sigue en los gobiernos y en las empresas", afirmó Cano, que es licenciado en Relaciones Públicas.
La cortesía es el deseo de agradar. No es una cualidad innata del ser humano; se aprende. Tampoco es patrimonio del pasado, sino que trasciende el tiempo y se adapta a las situaciones particulares de cada época, según aseveró Patricia Ibazeta de Posse, miembro correspondiente de la Academia Argentina de Ceremonial y directora de Ceremonial y Protocolo del Gobierno provincial.
"La vulgaridad y la grosería generan rechazo en cualquier ámbito. Y la cortesía no es solamente para personas que pertenezcan a determinado sector social, sino que todos tienen la posibilidad de aprenderla y cultivarla, desde los más humildes hasta los más encumbrados. Todo se aprende, se pule y se perfecciona. Cualquier persona que demuestre ser un conocedor de los buenos modales se transformará en un referente válido para inculcar el hábito del respeto", expresó Ibazeta de Posse. Los medios de comunicación también contribuyen a que muchas normas se generalicen en distintos sectores sociales. "La televisión instala modas y la gente las sigue. Puede colocar tendencias que después se reflejan en espacios tan particulares como un casamiento, una fiesta de 15 años o una cena entre amigos, aunque tal vez no tengan una correspondencia directa con el ceremonial social establecido", explicó Nadal.
Por su parte, Ibazeta de Posse opinó que la globalización de las informaciones les dieron un nuevo impulso a las normas de cortesía. "La fluidez de las comunicaciones es extraordinaria y esto genera que personas de todos los sectores sociales quieran aprender la cultura social y sus normas y que esto no sólo se limite a los empresarios, a los políticos o a los profesionales. Es por eso que, en la actualidad, el ceremonial social tiene mucha vigencia", explicó.
A continuación se enumeran algunas normas que deben tenerse en cuenta cuando se organiza o se participa de reuniones sociales formales. Quizás ayuden a reducir la cantidad de preguntas y dudas que pueden surgirle a una persona cuando se avecina uno de estos encuentros.
Los cubiertos: desde afuera hacia adentro.
Los cubiertos deben ubicarse de afuera hacia adentro y deben colocarse de acuerdo con el orden de los alimentos que se servirán. De la misma manera se los deberá utilizar.
Las primera copa es la del agua. Luego, la del vino. Si la comida no va a ser acompañada con champagne, las copas para esta bebida deben llevarse a la mesa sólo en el momento del brindis. Además, ninguna de las copas debe ser llenada hasta el borde; lo correcto es hacerlo hasta la mitad. La única que puede servirse antes de que comience la comida es la del agua. El resto se irá sirviendo a medida que los alimentos lleguen a la mesa.
Generalmente, en una reunión en la que media una comida, se suelen realizar brindis. Este momento también tiene normas que lo regulan. Una de ellas -quizás la más importante- es que nunca hay que brindar con gaseosa, agua o jugo. Aunque la persona sea abstemia, debe levantar la copa del vino o la del champagne, según la situación.
La servilleta siempre debe ir en la falda.
El tenedor debe ir a la izquierda y el cuchillo, a la derecha. Cuando se come, los alimentos deben ser llevados a la boca con la mano derecha. Esto implica que luego de cortar, hay que dejar el cuchillo y pasar el tenedor hacia la mano diestra. No hay que cruzar las manos sobre el plato, por eso se recomienda trazar una línea imaginaria divisoria entre la izquierda y la derecha que marque el límite hasta el cual pueden llegar las manos en esta maniobra.
Cuando la comida haya terminado hay que dejar los cubiertos de forma paralela hacia la derecha (una opción es imaginar que el plato es como un reloj: el tenedor y el cuchillo deben quedar en el lugar correspondiente a las 4.20). Esto es así porque los mozos deben recoger los platos por la derecha. De esa manera podrán sostener los cubiertos también. La servilleta es lo primero que se debe hacer desaparecer de la mesa cuando uno se sienta -debe ser colocada en la falda- y es lo último que hay que dejar sobre ella al levantarse.