Controversias sobre las reglas de etiqueta que se deben conocer para beber el té. Cuestionando algunos "códigos" de la etiqueta del té
La etiqueta del té: ¿Reglas inflexibles o simples sugerencias?
Etiqueta del té: ¿Deberíamos seguir las reglas a rajatabla?
Hay muchas leyendas y demasiados expertos que 'dictan' de manera inflexible algunas reglas de etiqueta para tomar el té. La etiqueta y los buenos modales no se rigen por leyes, sino por usos y costumbres, que suelen terminar o culminar en forma de consejos y recomendaciones, que conocemos como reglas, pero no son leyes.
La tradición a la hora del té tiene su propio conjunto de reglas y costumbres. Pero, no todas hay que cumplirlas a rajatabla, porque como acabamos de comentar son consejos, que solo indican cómo actuar de una manera determinada de forma orientativa. Veamos algunas de las reglas más controvertidas.
¿Primero la leche o el té?
Echar primero la leche es un vestigio de los tiempos en los que las tazas de cerámica o porcelana no eran de suficiente calidad y el té caliente podía resquebrajar esas tazas. Ahora hay quienes aseguran que primero se sirve el té y luego la leche. Cada uno, que elija el orden que quiera.
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¿Revolvemos en círculo o simplemente movemos la cucharilla atrás y adelante?
¿Un disparate más o una moda? Desde el punto de vista práctico se mezclan mejor los ingredientes revolviendo en círculo, como se ha hecho toda la vida. Como lo hacen las batidoras, los molinillos de café, las licuadoras, los agitadores de los laboratorios, etcétera. Es una cuestión de ciencia. Los más 'puristas' del té justifican que se puede salir el té de la taza o hacer ruido. Si no lo hacemos con cuidado, por supuesto. Pero, por el mismo razonamiento, mover la cucharita atrás y adelante con poco cuidado tiene este mismo efecto, hace ruido y salpica (mucho más probable que revolviendo en círculo porque son pequeñas 'olas' rompiendo contra la pared de la taza). Pero, ¿por qué no dejar que cada cual elija cómo quiere hacerlo?
¿Primero dulce o salado?
Para gustos los colores. Vivimos en el mundo de los platos que combinan mar y montaña, dulce y salado y otros sabores con los que los grandes cocineros, con o sin estrella Michelin, nos deleitan con sus novedosas recetas y que hace años eran combinaciones impensables. El orden tradicional es salado y dulce, pero, si nos apetece algo más goloso para empezar, ¿por qué no empezar con un bocadito dulce?
¿Qué ponemos primero la mermelada o la crema?
Como en el caso anterior es una cuestión de gustos. Pensemos, ¿qué nos gusta paladear antes, al primer bocado de nuestro bollito (scone), la mermelada o la crema? Cada cual tiene sus gustos. Pero, también aquí hay costumbres o métodos para poner la crema y la mermelada.
1. El método Devonshire indica que la crema va primero.
2. Con el método Cornualles es la mermelada la que va primero.
Un detalle: una buena crema es aquella cuyo sabor y textura está entre una buena mantequilla y una sabrosa nata montada. De la cantidad tampoco hablaremos, porque cada cual pone un poco más o menos de una u otra según sus gustos.
El dedo meñique
Aquí podemos estar de acuerdo con el tema del dedo meñique. Es bastante hortera y poco elegante levantar el dedo meñique al sujetar la taza de té. Pero, incluso aquí, hay que ser comprensivos. ¿A quién le molesta u ofende?