La cortesía. Politeness. II

Existe una relación entre los interlocutores que influye en la forma final del enunciado

Universitat d'Alacant. Grupo GRIALE.

 

Cortesía - Politeness. Escena campo. La cortesía en el lenguaje: la vertiente social del lenguaje foto base quinntheislander - Pixabay

La adecuación conversacional y los principios de cortesía

4. Las reglas de cortesía de Lakoff (1973)

Lakoff (1973) pretende resolver el posible enfrentamiento entre las máximas de Grice (1975) y el principio de cortesía, estableciendo dos únicas reglas de adecuación conversacional:

a) sea claro,

b) sea cortés.

La regla sea cortés presenta tres posibilidades:

1. No se imponga,

2. Ofrezca opciones,

3. Refuerce los lazos de camaradería.

La primera posibilidad (no se imponga) se produce cuando la relación entre los interlocutores no es de igualdad o al menos no es familiar. Normalmente, se utilizan fórmulas indirectas:

¿Le importaría, si no es mucha indiscreción, decirme cuánto le ha costado a usted el bungalow de la playa?

Creo que el coche necesita una lavadita vs. Lávalo, guarro, que no encoge.

La segunda posibilidad (ofrezca opciones) se produce cuando hay equilibrio entre los interlocutores, pero no confianza:

A: El Barça va a ganar la liga este año.

B: Bueno, parece que tanto el Barça como el Valencia tienen buen equipo.

La última opción (refuerce los lazos de camaradería) puede ejemplificarse de la siguiente manera:

A: ¿Qué, nos tomamos una cervecita?

Como vemos, se refleja en el uso de los pronombres, de ciertas palabras y diminutivos, etc.

5. El principio de cortesía de Leech (1983)

Leech (1983) decide sustituir las reglas de Lakoff (1973) por un principio de cortesía desarrollado a través de unas máximas al estilo de Grice (1975).

Para Leech existe una relación entre los interlocutores que influye en la forma final del enunciado. Esta relación marca una distancia entre ellos, en la comunicación se pueden dar dos situaciones:

(a) que la distancia se mantenga en equilibrio (no cambie) y

(b) que se modifique (bien para acortarla, bien para alargarla).

Justamente la cortesía es el medio regulador de la distancia entre los interlocutores.

Leech señala dos tipos de cortesía: absoluta y relativa. La primera es propia de algunos actos (los ofrecimientos; las órdenes, no); la segunda, depende de las posiciones sociales de los interlocutores.

La cortesía absoluta se mide en costes y beneficios. Así, una acción es descortés cuanto mayor es el coste para el oyente y menor su beneficio, y al contrario. De acuerdo con lo anterior, Leech establece general de las intenciones en cuatro categorías principales entendidas como un continuo:

a) las que apoyan la cortesía (felicitar, agradecer, etc.),

b) las que son indiferentes para la cortesía (informar, anunciar),

c) las que entran en conflicto con la cortesía (ordenar, etc.)

d) las que se enfrentan directamente con ella (maldecir, acusar, etc.)

Leech establece, como hemos dicho, costes y beneficios para el oyente y relaciona los actos (directos e indirectos) con mayor o menor cortesía. Así:

Contesta el teléfono directo ---- descortés

¿Te importaría contestar el teléfono? indirecto ---- cortés

6. Brow y Levinson

La teoría más influyente hasta el momento ha sido la propuesta por Brown y Levinson, puesto que introduce el concepto de imagen pública (face), que a su vez viene de Goffman (1981), y disciernen entre imagen positiva e imagen negativa.

Nos basaremos en esta última, ya que estos términos son los que vamos a intentar relacionar con la ironía.

"La cortesía también puede entenderse como un conjunto de estrategias conversacionales"

La cortesía se puede entender de dos modos diferentes. En primer lugar, la cortesía se define como un conjunto de normas sociales, que se establecen en cada sociedad y regulan el comportamiento de sus integrantes. De esta manera, lo que se ajusta a la norma sería cortés, mientras que lo que no se ajusta a la norma sería descortés. En segundo lugar, se puede estudiar como una estrategia conversacional capaz de evitar conflictos y mantener buenas relaciones entre los individuos de la sociedad. Para Brown y Levinson (1978, 1987: 13), la cortesía se basa en el concepto de imagen pública, que hay que proteger y, para ello, hay que evitar dañar la imagen pública de los demás.

"Central to our model is a highly abstract notion of face which consists of two specific kinds of desire (facewants) attributed by interactants to one another: the desire to be unimpeded in one´s actions (negative face), and the desire (in some respects) to be approved of (positive face)".

Este último concepto se divide en dos: imagen positiva e imagen negativa. La imagen positiva es aquella que el individuo tiene de sí mismo y que aspira a que sea reconocida por el resto de miembros, esto es, que los demás acepten su forma de ser y actuar en alguna de sus manifestaciones. La imagen negativa se refiere al deseo de cada individuo de que sus actos no sean irrespetados por otros, es decir, que sus acciones no sean impedidas y se afiance su derecho a la intimidad. De esta manera, el hablante desarrolla estrategias de comunicación que le sirven para mantener su imagen positiva y para defender su imagen negativa ante el oyente.