Las fiestas de Navidad en la empresa. Guía de comportamiento

Salvo excepciones, todos los empleados son invitados, y el coste de la fiesta se paga a escote (una parte proporcional del coste total es repercutido en cada participante en la fiesta)

 

Fiesta Navidad empresa. Amigos celebrando una fiesta de Navidad foto base PublicDomainPictures - allebonini - Pixabay

Celebraciones navideñas con los compañeros de trabajo

Festejar la Navidad en el mundo de la empresa

La tradición de celebrar una fiesta navideña en las semanas previas a la Navidad, se ha convertido en una costumbre en muchas empresas de la mayor parte del mundo. Es una manera de confraternizar con los compañeros de trabajo, tanto los que se ven todos los días como aquellos con los que apenas se relaciona uno durante el resto del año. Es una costumbre, reciente en algunos países, y mucho más consolidada en otros.

La cena de Navidad es siempre un evento muy esperado por la mayoría de los empleados de una empresa. Es una estupenda oportunidad para que los compañeros de trabajo se conozcan un poco mejor, estrechen lazos y disfruten de una comida fuera del horario y entorno laboral. 

¿Quién organiza la fiesta de Navidad de la empresa?

La fiesta puede ser organizada por la propia empresa, que se encarga de prepararlo todo, o bien puede ser organizada, a título privado, por los propios empleados. Cuando las empresas o compañías son muy grandes, la fiesta puede ser organizada por un determinado departamento o división de la compañía.

¿Dónde celebrar la fiesta de empresa?

Si las instalaciones lo permiten o cuentan con un recinto adecuado, la fiesta es posible celebrarla dentro de la propia empresa. También, puede utilizarse alguna instalación o local que la empresa tenga en otro lugar. Cuando no es posible, lo más habitual es organizarla en un local externo, restaurante, hotel, etcétera. Esta última opción es la mayoritaria por ser mucho más cómoda para todos.

Celebrar una fiesta. Fiesta de Navidad en la empresa. Haciendo un brindis Free-Photos - PIxabay

¿A quién invitar a la fiesta de Navidad de la empresa?

Salvo excepciones, todos los empleados son invitados, y el coste de la fiesta se paga a escote -a medias, hacer vaca-. Es decir, una parte proporcional del coste total es repercutido a cada participante en la fiesta. Pocos son los casos en los que la empresa corre con todos los gastos, pero también hay casos -sobre todo antes de la crisis-. Hay empresas que ya cuentan con una partida para afrontar este gasto navideño.

La fiesta, por regla general, empieza con un aperitivo, lunch o cóctel. Es el momento en el que todos los asistentes empiezan a presentarse, a charlar, a tomar algo para picar e incluso a preparar alguna de las sorpresas que pueden darse a lo largo de la fiesta.

Hay que tener mucho cuidado con el consumo de alcohol y las posibles desinhibiciones que unas cuantas copas de más pueden producir. Estos compañeros de fiesta son nuestros compañeros de trabajo el resto del año. Cuidado con lo que hacemos y con lo que decimos. Las palabras no se las lleva el viento como se suele decir.

¿De qué hablar en la comida o cena de Navidad? Los temas de conversación

La fiesta no es el momento para hablar de trabajo. Tampoco es el momento de hacer reproches o tener una discusión que pueda acabar con el aire festivo y desenfadado de la jornada. Dejemos los rencores y rencillas personales en casa, o mejor, no acudamos a la fiesta si no es para divertirnos.

Tampoco debemos olvidarnos de tratar a los compañeros, a los jefes o a los empleados o subordinados con educación y respeto. Cuidado con las bromas ofensivas o con las gamberradas que pueden vejar a otra persona. Este tipo de acciones no deja en mal lugar a las personas que los sufren sino a las personas que las hacen. Dice muy poco en nuestro favor si participamos en ellas y dejan ver el tipo de personas que son quienes las hacen.

A medida que pasan las horas, las personas toman confianza y se van creando afinidades entre ellas. Cuidado con los flirteos, las muestras de cariño y otros gestos más allá de la amistad. Recordemos que son compañeros con los que compartimos gran parte de las horas del día, durante muchos días al año. Si tenemos un "affaire", o rollete, como dicen los jóvenes, debe quedar entre nosotros y la otra persona. Nada de airearlo por toda la empresa.

Por último, en algunas empresas, tienen la tradición del regalo al amigo invisible; si somos nuevos en la empresa, podemos preguntar sobre la cantidad adecuada que cada persona suele gastarse en este regalo para no ser un tacaño o ser demasiado generoso.