Los españoles, unos maleducados

Que los españoles teníamos fama de gritones en el extranjero era algo que no dudaba nadie en este país

 

Gritos. Graffiti pintado en una pared de la calle Hanbury Street, off Brick Lane. Garry Knight

La mala educación de los españoles: gritones y ruidosos

Una experta en protocolo analiza en su más reciente libro los modales de la sociedad española.

Que los españoles teníamos fama de gritones en el extranjero era algo que no dudaba nadie en este país. Tan ensordecedores somos para los de fuera, sobre todo en un entorno relajado como en un restaurante o un bar, que para muchos pareciera que siempre estamos peleando.

Pero ahora, según la experta en protocolo Carmen Cuadrado, a esa fama de gritones hay que sumar la de impuntuales, nada protocolarios y la de maleducados. Así lo ha expresado con motivo de la publicación de su obra "Buenas Maneras".

Para Cuadrado la sociedad española no es una sociedad especialmente protocolaria.

Fuera de las fronteras españolas se nos ve como poco respetuosos con los demás, con una absoluta falta de cortesía verbal, de que tratamos a los desconocidos con demasiada familiaridad, o de un incumplimiento sistemático de las normas de seguridad vial.

Sin embargo agrega que no es que el español sea maleducado, sino que nos hallamos ante una generación de ineducados. Algo que ocurre porque según esta experta en protocolo, se ha perdido el referente familiar como agente educador y se ha dejado como responsables de esta tarea únicamente a los docentes y a los centros escolares.

La autora diferenció entre lo que son referentes de actuación y protocolo. En este sentido, referentes de actuación que han regido en nuestra sociedad desde siempre, se han perdido.

Por ejemplo, ver que alguien en un transporte público como el metro o el autobús ceda el asiento a una persona mayor o una mujer embarazada es prácticamente un milagro. Algo que, para Carmen Cuadrado, no es un capricho protocolario, se trata de respeto. Un respeto que se ha perdido porque el concepto de autoridad ha desaparecido.

En definitiva, un buen repaso al comportamiento social de los españoles. Y quizá no le falte razón, pues a los españoles nos cuesta tratar de usted a alguien que acabamos de conocer, además de ser un tanto rudos en las formas y malhablados. Un conjunto de maneras que pueden resultar groseras y desagradables a los ojos del visitante.

Aunque esta tendencia está cambiando, como asegura la autora de "Buenas Maneras", el libro es una respuesta al creciente interés por conocer las buenas pautas de conducta en la sociedad.

La crisis también obliga a las personas a tener necesidad de venderse a sí mismas, de ofrecer una imagen tanto personal como profesional correcta y adecuada.