No me molesten a la hora de la siesta. El teléfono móvil y las llamadas inoportunas

El teléfono móvil o celular, ha entrado en nuestras vidas invadiendo todas las parcelas de nuestras actividades diarias

 

Siesta. Dormir una siesta veroturg - Pixabay

¿De verdad hay gente que llama a la hora de la siesta?

Las molestas llamadas 'comerciales' a la hora de almorzar o de cenar

¿A quién le importa lo que diga por el teléfono móvil? Esas no son horas de llamar a nadie.

El otro día una escritora nos confesaba que había descubierto un lugar como fuente de inspiración para sus novelas. El sitio era el autobús. Tomaba cualquier autobús, se sentaba, sacaba su libro de notas y a escuchar las conversaciones de los teléfonos móviles. Nos contó casos curiosísimos de conversaciones románticas, de negocios, familiares...

Lo mismo sucede en muchos de los servicios públicos que utilizamos de forma habitual -la consulta del ambulatorio, la sala de espera de una oficina, etcétera-. Es una falta de respeto hacia los demás utilizar el teléfono móvil -celular- para mantener ciertas conversaciones que no son necesarias o urgentes. A nadie le importa.

Las llamadas inoportunas

La falta de respeto llega a su grado máximo cuando suena el teléfono en el cine, en una conferencia, en la iglesia... Hay que apagar el teléfono móvil-celular en algunas ocasiones, incluso en el caso en que se esté manteniendo una conversación privada especial... Es una muestra de respeto tanto para el interlocutor, al que seguramente no estamos prestando la atención debida, como para las personas que nos rodean.

Si recibimos una llamada de esas que hay que atender, hay que excusarse ante las personas con las que estamos y dirigirse a un lugar en el que no se moleste.

Sisesta en la hamaca. Una buena siesta en una hamaca joycefler - Pixabay

No podemos olvidarnos de la persona que llama y se equivoca de número. No se fía, y vuelve a marcar el mismo número... y se vuelve a equivocar. Cuesta un poco pero hay que repetirle educadamente por tercera vez que está llamando al teléfono equivocado. Eso en el caso que contesten, porque también está el que cuelga el teléfono como un niño asustado sin decir nada.

Las llamadas comerciales a horas inapropiadas

Luego están los que no respetan los horarios de las llamadas. Los que llaman demasiado pronto o demasiado tarde. O los que llaman a las horas de las comidas. Y dicen, qué horror, que los hay que llaman a la hora de la siesta; pero esto es tan grave que no podemos ni imaginarlo.

Un caso que pone a prueba nuestra paciencia es el que contesta el teléfono móvil -celular- en la cola del supermercado, haciendo esperar pacientemente a todos los que le siguen ante la caja registradora, porque le faltan manos para pagar la factura. Esto es grave, claro que no tan grave como lo de la siesta...

Qué mal utilizamos el teléfono móvil -celular-. Pero sigo sin creérmelo... ¿De verdad hay gente que llama a la hora de la siesta?