El arte de saber estar y saber poner la mesa
La mesa, lugar donde el anfitrión halaga a sus invitados haciéndoles pasar la mejor de las veladas
La mesa formal y los elementos que la componen
Hablar de gastronomía mexicana, no es hablar solamente de comidas y de especias, sino introducirnos en un gran bagaje cultural de tradiciones y costumbres, donde ligados a estos, viene a ceñirse en la mesa el entorno donde degustamos diversos platillos, pero sobre todo, donde somos partícipes de una buena conversación, es también el lugar donde se cierran grandes negocios.
Adentrándonos en el tema de la Etiqueta, el Protocolo y el Saber Estar, la mesa viene a ser un mueble imprescindible, sobre todo, en cenas de gala y eventos tanto ceremoniales como diplomáticos.
Pero no queda simplemente ahí, se vuelve "el lugar" donde el anfitrión halaga a sus invitados haciéndoles pasar la mejor de las veladas. Las mesas que ofrecen mayor comodidad, indiscutiblemente son las mesas redondas cuyo protocolo es el mismo que una mesa imperial, ambas tienen "cabecera". Cuando la mesa redonda es única (es decir, no hay más mesas redondas en el sitio), la cabecera se encuentra donde se sienta el anfitrión y de haber anfitriona puede haber doble cabecera, pero para mi gusto, son mucho más sobrias las mesas imperiales.
Refiriéndonos a una mesa formal, hay ciertos elementos que la componen, resultando ineludible carecer de ellos y que a continuación cito: un buen mantel, la vajilla, la cristalería, la cubertería y el centro de mesa.
Algunos consejos prácticos que me gusta brindar para el montaje de una comida o cena formal son:
1. Elige un buen mantel. La mantelería en esencia, es pieza fundamental para una comida o cena de gala, donde no deben faltar las servilletas que acompañen al mantel. Los tiempos han cambiado y los colores han variado puesto que hemos evolucionado socialmente, pero siempre, ante un evento o celebración formal, se opta por poner el mantel blanco o de color claro, invariablemente a juego con las servilletas, cuya medida deberá depender de la solemnidad de la ocasión, un toque distintivo podría dárselo un discreto bordado a la mantelería.
2. Invierte en una vajilla atemporal. Se ha de cuidar con especial énfasis que no esté fisurada, que sea una vajilla conservadora (tendiendo a los diseños clásicos ya que estos no pasan de moda, permaneciendo en el gusto de propios y extraños) y que sea de un buen material. La porcelana podría ser de los preferidos y en caso de tener algún emblema o insignia, esta deberá quedar de frente al comensal.
3. Presume la cristalería, no la dejes arrumbada. El arte de Saber Estar en la mesa, requiere no solamente de poder llevar una amena conversación, sino de desenvolverse con naturalidad. Lo más adecuado es el empleo de cuatro copas (agua, vino tinto, vino blanco y champagne), ya que con estas nuestros invitados tendrán suficiente, no se trata de hacerles pasar un momento desagradable, sino de disfrutar la comida, bebida y compañía. Un buen anfitrión es el que no pone en evidencia a sus invitados.
4. Coloca de modo adecuado la cubertería. No menos importantes son los instrumentos que nos ayudarán a no tener que mancharnos los dedos por tenerlos que meter a los alimentos. La cuchara, el tenedor y el cuchillo se han modificado con el transcurrir de los siglos, no solo en diseño, sino también en materiales. Un tipimportante con el que no fallaremos al sentarnos a una mesa formal y con varios cubiertos dispuestos, es tomar de primero los cubiertos que están más lejos del plato.
5. Diseña con buen gusto el centro de mesa. De gran importancia será el objeto que realce la vista de una mesa, por tanto no puede faltar un centro de mesa elegante, ya sea con frutas lustradas, flores o soberbios candelabros, según la ocasión.
Los anteriores son los elementos que se deberán disponer y harán de nuestra mesa un lugar de intercambios y momentos agradables, memorables para los concurrentes.
A pesar de lo antes descrito, no pierden importancia los camareros, quienes ayudarán a hacer del momento de la comida, un evento perdurable en la mente de los asistentes, pues serán los encargados junto con el capitán de camareros, de que el servicio y la atención para los comensales sea la que se espera.
Te puede interesar: Cómo utilizar los cubiertos de forma correcta
Quienes deben deslumbrar en atenciones hacia sus invitados, son los anfitriones, mismos que haciendo alarde de sus habilidades, procurarán en todo momento que los invitados se sientan en un ambiente cálido, debiendo marcar las pautas de inicio y finalización al momento de estar en la mesa departiendo con los invitados.
Poner una mesa bien puesta, no es trabajo sencillo, se requiere de elegancia, buen gusto y sobre todo ese toque delicado que engalana. Podría precisar por propia experiencia que el poner la mesa es un arte, no basta con situar correctamente el mantel y disponer la vajilla, cristalería y cubertería. Es necesario dominar el modo de colocación de cada uno de los instrumentos de los que nos valdremos para que el convivio sea agradable y armonioso, pero sobre todo, inolvidable.
Por último, de nada nos serviría el tener una mesa con los objetos más finos, si no contamos con un chef que deleite nuestro paladar y convierta las viandas en manjares apetecibles para el banquete que se ofrece.
Reunir la ciencia de la gastronomía, con el arte de la Etiqueta, el Protocolo y el Saber Estar, no es una tarea tan complicada como parece. Basta relajarse para poder disfrutar el momento, sin el temor de fallar al protocolo en la mesa y pasar una recepción encantadora y placentera.