Cristina Kirchner ajena al protocolo.
Por quinta vez en menos de un año, Cristina Fernández de Kirchner volvió a dejar a un lado un protocolo oficial.
Cristina Kirchner no estuvo en la foto oficial de la cumbre de la II Cumbre de Jefes de Estado de Paises Arabes y de Sudamérica; es la quinta vez en menos de un año que no se ajusta a las reglas en el marco de un encuentro internacional.
Por quinta vez en menos de un año, Cristina Fernández de Kirchner volvió a dejar a un lado un protocolo oficial y no estuvo presente en una nueva foto oficial de presidentes. Esta vez el hecho ocurrió durante la II Cumbre de Jefes de Estado de Países Arabes y de Sudamérica, desarrollada en Qatar.
Según consignó la agencia estatal de noticias Télam, la ausencia de la Presidenta de la fotografía oficial junto a otros mandatarios en el hotel Sheraton, "fue porque no quiso estar en la imagen en la que también participaba Omar al Bashir", el presidente de Sudán, requerido por la Justicia internacional por crímenes perpetrados en su país.
Luego, en plena Cumbre, Cristina se retiró del plenario de sesiones de la II Cumbre de Jefes de Estado de Paises Arabes y de Latinaomerica en el momento que iba a hacer uso de la palabra Al Bashir.
El curioso incidente, no compartido por otros mandatarios latinoamericanos como Lula da Silva, Michelle Bachelet, Evo Morales, o hasta el polémico Hugo Chávez, que sí estuvieron presentes en todo momento de la Cumbre, podría asumirse como un hecho puntual, pero no deja de ser otra ausencia de la Presidenta argentina en un acto oficial de carácter internacional, como las que por otras circunstancias protagonizó en los últimos diez meses.
Otros incidentes.
El 15 de mayo de 2008, durante la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, El Caribe y La Unión Europea (ALC-UE), en Perú, la Presidenta llegó tarde a la foto y debió hacer esperar a todos los mandatarios para inmortalizar el comienzo de la reunión.
Una de las ausencias más resonantes a nivel mundial fue la protagonizada en la reunión especial de los 20 países más industrializados y emergentes del mundo (G-20), en Washington, para abordar la crisis financiera internacional, el 15 de noviembre del año pasado.
En esa oportunidad, Cristina Kirchner llegó tarde para la foto de grupo de mandatarios, que tras unos primeros flashes se retiraron rápidamente del estrado. Pero tuvieron que volver a posar en la escalinata del Museo Nacional de la Construcción de Washington al advertir que estaba ingresando la Presidenta de la Argentina.
Antes de concluir el 2008, la mandataria volvió a llegar tarde a una reunión con estadistas. Esa vez fue durante la inauguración de la XXXVI Cumbre del Mercosur que se celebró en el balneario brasileño de Costa de Sauípe.
La Presidenta irrumpió en la sala donde se reunían los jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros del Mercosur cuando estaba hablando el anfitrión, Lula da Silva.
El presidente brasileño, cumpliendo el protocolo, le dio el primer turno de palabra, pero Fernández se disculpó por el retraso y cedió su turno al uruguayo Tabaré Vázquez.
"Sería de mal gusto que habiendo llegado la última, hable primero, así que la cedo", apuntó. Minutos después, cuando Lula volvió a concederle la palabra, justificó su retraso por la belleza del complejo turístico donde se llevaba a cabo la Cumbre.
"Lula nos convocó a un lugar que no da muchas ganas de trabajar", bromeó Fernández. Y agregó: "No es impuntualidad, sino haber llegado muy tarde a un lugar lindísimo".
El último incidente de su impuntualidad tuvo lugar frente a los Reyes de España , en el marco de su primera visita oficial a ese país. El 9 de febrero último, Cristina Kirchner arribó casi cuarenta minutos tarde a la cena que los Reyes de España le ofrecieron en el Palacio Real.
Esta tardanza fue destacada por diarios españoles como ABC y El País en sus ediciones impresas y digitales. El ABC calificó la actitud de "plantón de la presidenta argentina", y que su retraso "demoró los saludos, los discursos y la cena". Por este incidente, generó la crítica editorial del diario El Mundo.
En el mundo desarrollado la primera condición para obtener una buena impresión y comenzar a generar confianza y respeto es llegar a horario y cumplir con las reglas establecidas de antemano (en este caso, el protocolo presidencial).
Sería lamentable para la imagen de la Argentina, que por una u otra razón esta falta de cumplimento por parte de la primera mandataria sea recurrente, y que por consiguiente, esa llegada tarde sea lo único destacable de la presencia argentina en una reunión de carácter internacional.