Comentarios sobre el Decreto publicado en la Gaceta de 13 de Febrero de 1886, para crear la categoría de Aspirantes a Agregados Diplomáticos.
El Agregado en el extranjero da prestigio y categoría a una Embajada sin ser gravoso al Estado.
Nosotros no dudamos que mientras no se ensanchen los horizontes de la Carrera Diplomática en España, no pueden dar resultado las convocatorias para ingresar en ella, y creemos que se deben modificar, en cuanto sea posible, facilitando el nombramiento de Agregados diplomáticos y estableciendo el examen que detalla el Reglamento, después de los tres años de servicios, cuando se les declara aptos para el ascenso inmediato; porque entonces, conocidos ya los Agregados, el examen podría hacerse con arreglo a sus condiciones particulares.
Entonces el Agregado sería un verdadero alumno diplomático, y esta clase tendría más razón de ser en España, donde no existe en la Ley orgánica de la Carrera un artículo que exija, como en casi todas las leyes análogas de los demás países, el probar una renta propia; y como son tan sumamente reducidos los sueldos y gratificaciones que nuestro Tesoro puede concedernos, el tiempo que el joven aspirante pasa en la categoría de Agregado le es sumamente útil para adquirir la experiencia de las dificultades económicas, que hacen tan desagradable nuestra honrosa carrera, y pueden con tiempo emprender otro camino para llegar más fácilmente a encontrar la solución del problema de la vida.
El Agregado en el extranjero da prestigio y categoría a una Embajada sin ser gravoso al Estado, y muchas veces, pero muchas más de lo que vulgarmente se cree, es un auxilio en Cancillería tan útil como inteligente.
"El Agregado en el extranjero da prestigio y categoría a una Embajada y es un auxilio para la Cancillería tan útil como inteligente"
En el Ministerio, donde trabajan sin cesar, copiando minutas y arreglando expedientes, compartiendo con los Jefes y Secretarios el trabajo y la responsabilidad de la guardia, son verdaderamente un ejemplo de abnegación y de compañerismo. Siempre nos ha parecido que se descuidaba mucho la clase de Agregados diplomáticos, de la que se podría sacar un partido inmenso, no considerándola, como hoy se la considera, como una profesión de lujo, sino haciendo que sirviera de escuela práctica, procurando que el Agregado recorriese en el Ministerio todos los negociados, para que pudiera imponerse de la marcha de los asuntos y de su carácter, y obligándoles a pasar, por lo menos, un año en el extranjero, para conocer el trabajo de las Cancillerías y que pudiesen estudiar la organización administrativa y comercial de países diferentes del nuestro, siguiendo con atención el curso de las relaciones internacionales entre las principales naciones y aplicando prácticamente aquellos conocimientos teóricos que han debido exigírsele para su ingreso en la Carrera.
De este modo se obtendría siempre un resultado sumamente práctico, porque se formarían Secretarios de Embajada hábiles e inteligentes, muy útiles para el Gobierno, y en el caso de que estos Agregados dejasen después su Carrera, serían indudablemente buenos ciudadanos, entusiastas de su patria, a quien habrían aprendido a querer más en el destierro voluntario de los diplomáticos, que es donde se la rinde un culto mayor, siendo aptos además para desempeñar con acierto infinidad de cargos públicos.