Cómo debe ser un buen diplomático. ¿Qué es un diplomático? La profesión de diplomático
Un buen diplomático debe estar muy bien informado de todo lo que acontece en el país donde está acreditado, sin dejar de informarse y estar al día de lo que pasa en su país.
Cualidades que debe tener una persona para ser un buen diplomático
Saber relacionarse con tacto y firmeza
Un diplomático es aquella persona que vela por los intereses y las relaciones que se dan entre el país que representa y el país en el que está destinado para ejercer estas funciones de 'representante'. Los diplomáticos negocian, representan, protegen e informan a sus nacionales. Los diplomáticos fomentan las relaciones de amistad y tratan de mantener una buena 'sintonía' entre la nación que representan y la nación anfitriona.
Un buen diplomático debe estar muy bien informado de todo lo que acontece en el país donde está acreditado, sin dejar de informarse y estar al día de lo que pasa en su país.
Un diplomático es una pieza clave para establecer buenas relaciones internacionales en todo los campos. Buenas relaciones políticas, económicas, culturales, etcétera.
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Los diplomáticos no son personas que solo dan fiestas o acuden a ellas. Un diplomático está en contacto con su equipo, se relaciona con la prensa y los medios locales, organiza reuniones y encuentros, sabe trabajar en equipo, sabe delegar tareas y es un buen anfitrión cuando es necesario.
Tener una sólida formación profesional -sobre todo muchos conocimientos sobre Derecho Internacional, entre otros- es importante. Pero tener una buena educación y un buen saber estar lo es tanto o más. Su 'vida social' es muy intensa, por lo que es fundamental dominar todo lo relacionado con los buenos modales, las reglas de etiqueta y protocolo.
La buena diplomacia, al final, es un equilibrio entre conocimientos y dominar las relaciones sociales. Cada situación que se le presenta necesita de ambos 'componentes' en la mayoría de los casos.
Los buenos diplomáticos mantienen la calma y saben templar sus nervios; dominan el arte de la moderación. Saben cómo lograr que el diálogo dure lo que sea necesario para resolver diferencias y conflictos.
Por último, diremos que un buen diplomático es aquella persona que crea un 'campo de juego' apropiado para ambas naciones. Porque no podemos olvidar, que los gobiernos pasan, son transitorios, pero las naciones siempre quedan.