Los Gentile-hombres de la Embajada.
En una infinidad de solemnidades, son los Gentiles-hombres de los Embajadores los que visitan a los Gentiles-hombres de los Cardenales, y viceversa.
GENTILES-HOMBRES DE LA EMBAJADA.
Este cargo, que parece incomprensible fuera de Roma, es de absoluta necesidad allí, donde tienen su puesto marcado en la etiqueta romana, y responden al cargo de los Gentiles-hombres de los Cardenales.
En una infinidad de solemnidades, son los Gentiles-hombres de los Embajadores los que visitan a los Gentiles-hombres de los Cardenales, y viceversa.
El Cardenal recien creado por Su Santidad, notifica a los Embajadores y a las Autoridades, su elevación a la sagrada púrpura por medio de su Gentil-hombre, y el Embajador le felicita a su vez por medio del suyo.
En las recepciones, son los que presentan los convidados al Embajador, conforme van entrando en el salón.
Deben acompañarle cuando va en forma solemne a las audiencias del Santo Padre.
Su uniforme es parecido al de los agregados diplomáticos.
Suelen ser condecorados con cruces de caballero.