Consejos para realizar una visita correcta. Horarios y comportamiento
La visita como práctica social ha caído en desuso, todavía acudimos de vez en cuando a casa de amigos y familiares para ver su casa
Reglas de etiqueta para hacer una visita agradable y correcta
La visita como una práctica social de 'obligado' cumplimiento, ha caído en desuso. Si que se siguen haciendo visitas de cortesía y acudimos de vez en cuando a casa de unos amigos o familiares para ver su casa, para una comida entre amigos, para estar con sus hijos o por cualquier otro motivo.
Hay que dejar claro que la confianza con amigos o familiares no puede servir de excusa para 'saltarse' las reglas más elementales de educación y buenos modales.
Reglas de etiqueta para hacer una visita sin molestar
1. Siempre que sea posible, y para evitar llegar en un momento inoportuno, debemos avisar previamente de nuestra visita. Anticipar al menos la hora a la que vamos a hacer esa visita.
2. Los horarios. Hay determinadas horas en las que debemos procurar no hacer una visita, por mucha confianza que tengamos con las personas que vamos a visitar. Esas horas son: por la mañana temprano, justo antes de la hora del almuerzo o la cena, y en un horario demasiado tarde por la noche.
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3. Amigos o familiares. No es correcto, sin avisar, presentarnos con terceras personas que ellos no conocen, bien sean amigos o familiares. En tal caso, lo mejor es anticiparles que vamos acompañados.
4. Averiguar los horarios de la familia y sus actividades. Puede que nos presentemos de forma inoportuna cuando salen a practicar un deporte, van al teatro o están viendo algún programa que no se pierden nunca (por ejemplo, un partido de fútbol).
5.- Mascotas. Nunca se deben llevar los animales de compañía -mascotas- a ninguna casa, ni tan siquiera aunque sea una finca o casa con jardín. Siempre debemos consultar tal circunstancia con los dueños de la casa.
6. Niños. Si la casa a la que vamos no tiene niños, o sabemos que no les gustan demasiado, es la ocasión perfecta para dejarles que pasen la tarde con los abuelos u otros parientes o amigos. Si no podemos, y vienen con nosotros de visita, habrá que tener cuidado y vigilarles constantemente para que no causen molestias o algún destrozo.
7. Regalos. Si es una visita de cortesía no hay porqué llevar nada, aunque siempre se agradece cualquier detalle -un libro o un detalle para la casa , por ejemplo-. Si por el contrario vamos a una casa por una invitación que nos han hecho -a tomar el té, merendar, etcétera- podemos llevar algún detalle para el encuentro -unas pastas de té, un libro para los anfitriones....
8. Duración. Las visitas no se deben alargar demasiado, pues debemos tener en cuenta que estas personas también tendrán cosas que hacer. Actualmente es común que las mujeres trabajen, y no tengan todo el día como antes para disfrutar de una larga tertulia. Tampoco es tan habitual como antaño contar con personal de servicio en la casa.
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9. Gestos. Debemos estar atentos a cualquier tipo de gesto que demuestre aburrimiento o cansancio por parte de los anfitriones -si son buenos anfitriones esto no ocurrirá-. Si así sucede, es hora de poner fin a nuestra visita.
10. Agradecimiento. Debemos dar las gracias por la buena acogida y por el trato recibido. Es apropiado concertar o perfilar una posterior visita de los anfitriones a nuestra casa -lo que se conoce como devolver la visita-. Siempre de manera cordial y sin ponerles en un compromiso. Aunque actualmente no se siguen estas pautas, como anécdota diremos que antes si la visita era de un caballero a un matrimonio era el caballero del matrimonio el que devolvía la visita o el matrimonio, pero nunca la mujer sola.