Los saludos. Saludar a las visitas. Cómo dar la mano. Saber escuchar. Saludos a los mayores y a los niños
Una niña dará la mano, haciendo una pequeña reverencia a las visitas de cumplido, y besará a las tías, primas y amigas muy íntimas de su madre
Saludos y visitas. Los mayores y los niños
Reglas de convivencia social. Formación familiar y social
Con las visitas en casa
Una niña dará la mano, haciendo una pequeña reverencia a las visitas de cumplido, y besará a las tías, primas y amigas muy íntimas de su madre.
La niña permanecerá un ratito en la visita y luego se irá, cuando su madre se lo indique, y no pondrá en ridículo a su madre desobedeciéndola en plena visita, sino que marchará dócilmente tan pronto se lo indiquen.
Tampoco pondrá a su madre en ridículo negándose a venir a saludar a la visita.
Hay niñas tímidas que no quieren venir a saludar a los amigos de sus padres. Y hay niñas demasiado sociables que pretenden tomar parte en los pasatiempos de sus padres.
Si una niña desobedece a su madre en público, demuestra con eso desprecio hacia la autoridad de su madre; hace pasar a su madre por una persona débil, sin carácter e incapaz para mantener la autoridad sobre sus hijos, en cuyo caso la pone en ridículo.
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Hay niñas un poco aprovechadas, pues sabiendo que su madre no quiere hacer escenas violentas en público, se aprovechan de la visita para desobedecer, para comer demasiados pasteles, etc.
Esto es un poco de trampa. Esto no es jugar limpiamente. Pues la niña sabe que, delante de la visita, su madre prefiere no reñir ni provocar escenas desagradables para la visita. Y entonces ella se aprovecha de la situación.
Cómo se da la mano a las visitas
Hay que dar la mano amablemente, haciendo un gesto cariñoso, expresivo. La presión de la mano no será fría ni tímida, sino calurosa. Un saludo amable nos atraerá simpatía. Hay que vencer la timidez que nos inspiran las personas ajenas a la familia. Pues si son amigos de nuestros padres, tenemos que demostrarles simpatía.
El trato con las personas mayores
Con los abuelos, tíos muy ancianos o amigos ancianos de la familia hay que ser especialmente cariñosas.
Escucharlos bien cuando nos dirigen la palabra.
Con los padres y abuelos hay que vencer la timidez, (que a los once o doce años empieza a apoderarse de nosotras). Hasta esa edad les hemos dado muchos besos; pero ahora nos da un poco de vergüenza ser tan expresivas.
Aunque los niños pequeños sean muy monos, no debemos besuquearlos
Hay que vencer esa nueva sensación de timidez, abrazarlos y besarlos fuertemente, cuando nos hacen una caricia, o cuando entramos y salimos de casa, o cuando nos llamen para algún recado.
El trato con los niños pequeños
Aunque los niños sean muy monos, no debemos besuquearlos. Pues los microbios son los enemigos de los niños y están siempre dispuestos a pasar de un niño a otro. Así, no es conveniente que les llevemos microbios ni que tomemos los de él. Además, los niños son delicados, y hay que tratarlos con mucho cuidado, sin brusquedad.
Ejercicios: Dar la mano haciendo presión. Manera de dar la mano. Sonrisa.