Cortesía y buenas maneras en el trabajo
La mejor forma de crear un buen ambiente de trabajo es llevarse bien con los compañeros de la empresa
Cómo tener un buen ambiente laboral: reglas de etiqueta
Saludar es importante. Al llegar cada mañana a la empresa es recomendable saludar a los compañeros que nos encontremos en la escalera, en el ascensor, en los pasillos, etcétera. Aunque sean de otra oficina o de otra compañía que están en nuestro mismo edificio. Es una muestra de cortesía que debemos tener como cualquier persona bien educada.
Si vemos que algún compañero de trabajo va muy cargado, necesita ayuda para abrir una puerta, etcétera. debemos ser amables y echarle una mano sin que esta persona nos lo tenga que solicitar. Debe salir de nosotros el ofrecernos a prestar ayuda.
Discretos y prudentes
Si observamos a algún compañero en una situación comprometida (del tipo que sea) seamos discreto y no difundamos ninguna información a este respecto. No hay cosa más dañina en cualquier tipo de relación, laboral o personal, que los rumores, chismes, dimes y diretes.
Cuando haya personal nuevo en la empresa, es un acto de generosidad ofrecerse para ayudar en lo podamos, siempre que nuestras obligaciones nos lo permitan. Dice un refrán popular: "Manos que no dais, que esperáis". Otro día podemos ser nosotros los que necesitemos una ayuda, una mano tendida. No es apropiado "abusar" de los nuevos como hacen en algunas oficinas.
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Las enemistades personales y los excesos de confianza
La rivalidad, la enemistad, las "diferencias", etcétera, no deben ser la causa de un comportamiento maleducado o grosero. Se puede saludar a una persona, por cortesía, aunque no sea de nuestro agrado. Los buenos modales deben estar por encima de este tipo de enfrentamientos o rencillas personales.
En el trabajo hay que saber respetar las jerarquías, aunque nuestro jefe sea un compañero de estudios, un amigo íntimo o un familiar. En el trabajo es nuestro jefe o superior y hay que tratarlo como tal. Cuidado con el uso de motes o apodos. No estamos en el bar con unos amigos. Estamos en el trabajo.
En los descansos, o pausas del trabajo, no hay que molestar a las personas que siguen trabajando o que también descansan. Hablar por teléfono con un tono alto de voz, poner música en el ordenador o en un reproductor a un volumen elevado, fumar, charlar con otros compañeros de mesa a mesa, etcétera. Cualquier actividad que pueda ser molesta se debe evitar o bien debemos realizarla en otro lugar donde no produzca molestias a los demás compañeros.
En la empresa evitemos ser un chivato, un trepa, un pelota, un criticón, etcétera. Cualquiera de estos comportamientos o "tipos de persona" están muy mal vistos por casi todo el mundo. Traicionar la confianza de un compañero o de nuestro jefe es un tema muy serio. Para conseguir algo - un ascenso, un aumento de sueldo, un despacho, etcétera- no todo vale. O al menos, no todo se puede conseguir a cualquier precio.
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Los buenos modales, la cordialidad, la sencillez y la discreción son buenos principios para mantener unas correctas relaciones con los compañeros de trabajo. Un mal ambiente de trabajo genera tensiones, baja productividad y estrés.