Carta de Juan Ángel Gato Gómez

Asociación Española de Protocolo

Estimado Director,

Me dirijo a usted, como Presidente de la Asociación Española de Protocolo (AEP), donde tengo el honor de representar y velar por el trabajo de más de seiscientos asociados de toda España, que desempeñan su labor profesional en instituciones públicas y privadas, a todos los niveles.

En estos tiempos que vivimos, nos produce gran desasosiego comprobar la enorme confusión que se está produciendo en torno a nuestro sector profesional, recibiendo en ocasiones ataques agresivos, carentes de todo fundamento.

Ángeles Duran proclamaba “Matemos al protocolo” en su artículo del pasado lunes en el diario “El mundo”. Ante un ataque tan agresivo, de menosprecio a nuestra profesión, me gustaría reflexionar brevemente.

La situación social y política propicia la confusión y la critica fácil al protocolo, olvidando que estamos ante una herramienta fundamental para el buen funcionamiento de la sociedad. Nos parece muy lamentable que algunos medios de comunicación propicien que se puedan verter opiniones carentes de todo fundamento, atacando y menospreciando a miles de profesionales que diariamente realizan una gran labor y que no merecen este tipo de agresiones.

En nombre de todos los socios que forman parte de AEP, me permito exigir un mínimo respeto por esta profesión. Nosotros no matamos a nadie. Todo lo contrario. El protocolo nunca impone, ayuda a marcar pautas, facilitando las relaciones entre las personas, las empresas o las instituciones.

Actualmente muchas corporaciones y empresas están incorporando a su equipo de gestión, profesionales formados en las universidades españolas, donde ya se imparte el Grado Oficial de Protocolo y Organización de Eventos. Ha sido un gran logro de la profesión que desea luchar contra el intrusismo y que exige una adecuada formación de sus profesionales. Estas instituciones y empresas han comprobado la importancia del Protocolo para la correcta organización de sus actos, que se convierte en una eficaz herramienta de comunicación, generando una adecuada marca e identidad.

Es verdad que los protocolistas tenemos que redoblar esfuerzos para explicar el verdadero alcance de nuestra profesión, su aportación constante a la sociedad. Pero me gustaría solicitar, desde el mayor de los respetos a la libertad de expresión, un ejercicio de responsabilidad a los periodistas o articulistas cuando hablen de esta profesión.

Por eso, querido director, estimados lectores, “no matemos” a nadie. En los tiempos actuales esforcémonos en convivir, en trazar vías de comunicación entre las personas, rompiendo esquemas maniqueos. Si lo conseguimos, tengan todos la seguridad que muchos profesionales de protocolo estaremos contribuyendo a hacerlo posible, porque esta es la seña de identidad de nuestra profesión, a la que pedimos un mayor respeto.

Muchas gracias por su atención. Reciba mi más cordial saludo

Juan Ángel Gato Gómez

Presidente de AEP

Nota: Puede leer el artículo al que hace referencia la carta aquí: Matemos el protocolo