Las copas para vinos tintos, blancos y otras bebidas

Claus Josef Riedel fue el primer diseñador en reconocer que el aroma, sabor y equilibrio de los vinos estaban afectados por la forma del recipiente en el que eran bebidos

 

Origen copas de vino. Copas de vino en la mesa foto base PhotoMIX-Company - Pixabay

El origen de la copas para servir las bebidas en la mesa

El nacimiento de las copas de distintas formas y tamaños para albergar los distintos tipos de bebidas que se toman a lo largo de una comida, son de una relativa reciente creación. Vinieron de la mano del conocido fabricante de cristal Claus Josef Riedel. La familia Riedel ha sido una saga de prestigiosos cristaleros que durante más de diez generaciones han logrado dar nuevas formas y una amplia creatividad al vidrio.

Claus Josef Riedel fue el primer diseñador en reconocer que el aroma, sabor y equilibrio de los vinos estaban afectados por la forma del recipiente en el que eran bebidos. Basándose en el lema de la Bauhaus austríaca "la forma es consecuencia de la función" creó las bases para que una cristalería fuese tanto funcional como hermosa. Las distintas formas de las copas podían potenciar las cualidades de cada vino.

En 1961 se presentó un concepto revolucionario cuando, el catálogo de Riedel, mostró por primera vez un juego de copas para vino con tamaños y formas diferentes, sopladas con cristal del mínimo espesor posible, sin adornos y reduciendo su diseño a lo esencial.

A partir de 1973 se inicia la gama de cristalería denominada Sommeliers que, desde entonces, además de cosechar numerosos premios y estar en las colecciones de museos de todo el mundo, se ha convertido en el patrón de calidad que, las copas para degustar vino, deben alcanzar.

A partir de este momento se inicia una carrera imparable, que llega hasta nuestros días, por mejorar los aspectos más diversos de las cristalerías cuya finalidad es dar mayor realce al disfrute de los vinos.

Las copas de los vinos tintos se agrandan. Las copas de los vinos blanco se abomban -dejan de ser tan delgadas como antaño-. Estos cambios en las formas y los tamaños de las copas obedecen a una mejora, según nos dicen sus fabricantes, en sus 'funciones' como elementos con los que degustar y disfrutar de los vinos.