Protocolo en la ceremonia eclesiástica del Príncipe Felipe y Letizia Ortiz.

La Familia Real se situará a la derecha del altar, el lado del Evangelio y a la izquierda, al lado de la Epístola, la familia de la novia seguidos de los testigos del enlace y amigos de los novios.

 

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Protocolo ceremonial.

El cortejo real se iniciará con la entrada en la Catedral del Infante Carlos y la duquesa de Calabria, la Infanta Margarita y el duque de Soria, la Infanta Cristina y el duque de Palma de Mallorca, la Infanta Elena y el duque de Lugo, la Infanta Pilar y el rey Juan Carlos, el Príncipe de Asturias con la Reina Sofía y Doña Letizia con su padre Don Jesús Ortiz, rompiendo la tradición real de que el Rey actúe de padrino.

La Familia Real se situará a la derecha del altar, el lado del Evangelio y a la izquierda, al lado de la Epístola, la familia de la novia seguidos de los testigos del enlace y amigos de los novios. El lugar derecho de los bancos está reservado para las autoridades del Estado y a la izquierda se situarán los representantes de las Casas Reales y otros Jefes de Estado. Los novios estarán en el centro de espaldas al público. La novia a la izquierda y el novio a la derecha. Luego el resto de los bancos, se guardaran asientos para las representaciones extranjeras, manteniendo el orden protocolario. Para situar a cada persona en el lugar adecuado se deberá seguir un intrincado procedimiento de leyes, costumbres y tradiciones protocolarias.

El programa musical de la ceremonia será interpretado, bajo la dirección de Jesús López Cobos, por la Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión Española, cuya presidencia de honor ostenta Su Majestad el Rey, y el Coro Nacional.

Los antiguos tapices históricos de las Colecciones Reales serán parte de la decoración de la Catedral de la Almudena y del Palacio Real.

Antes de decir, sí quiero.

El Príncipe de Asturias, después de responder a las preguntas del oficiante de la misa y de tomar las manos de su prometida, al igual que hiciera su hermana, la infanta Cristina, (la infanta Elena se olvidó) se dirigirá al Rey para pedirle su consentimiento real. Don Felipe buscará los ojos de su padre para cumplir con una costumbre inmemorial.