Protocolo, corbata y poder.
Los españoles, en contraste con los ciudadanos de otros países, han hecho casi una cuestión de Estado el hecho que nuestro próximo Presidente se haya presentado ante su Rey sin corba.
El protocolo fue inventado debido a que en diferentes regiones del mundo un mismo gesto, dicho o conducta podría ser interpretado de manera equívoca e incluso llegar a ser insultante, y por eso el protocolo es un conjunto de normas sobre las formalidades y costumbres para que haya orden y respeto en la convivencia entre personas y organizaciones. Si se habla de relaciones entre países este conjunto de normas se ha sofisticado para evitar que cuando se reúnen gobernantes se malinterprete cualquier gesto, dicho o vestimenta de los participantes de una reunión.
En Bolivia, a diferencia de España, en política no es importante la forma de vestir, y es interesante notar cómo los españoles, en contraste con los ciudadanos de otros países, han hecho casi una cuestión de Estado el hecho que nuestro próximo Presidente se haya presentado ante su Rey sin corbata, cuestión que, de haber sucedido, hubiera sido para los bolivianos un escándalo ya que don Evo Morales hubiera aparecido como rindiendo pleitesía y cambiando sus costumbres de toda su vida pública por presentarse ante un estadista por herencia y/o ante jefes de gobierno de otras naciones.
En ese sentido, aquellos españoles que sí entienden de protocolo saben que una de sus principales reglas es que el anfitrión debe respetar las costumbres de su convidado y, por eso, el tema de la vestimenta de don Evo no pasó de ser una anécdota que quedará para las conversaciones de sobremesa de los españoles y habrá mostrado el buen criterio de sus directores de protocolo por no insistir para que el futuro Presidente de Bolivia vista algo que es completamente ajeno a su carácter y personalidad.
Por otra parte, en nuestro país la corbata se identificó como una prenda de las clases dominantes y de la burocracia y es por ello que en los aciagos días de octubre 2003 y junio 2005 los oficinistas se veían obligados a quitarse las corbatas para no provocar a los marchistas o bloqueadores de turno. Además, desde hace ya muchos años, el no vestir corbata muestra estar cerca del pueblo y por eso en la última campaña ninguno de los candidatos la usó, aunque se veía raro ver siempre a Tuto o Samuel sin esa prenda.
Adicionalmente, en las ciudades, y sin importar el nivel social, si se participa en un evento importante, es de rigor usar traje y corbata. En re sumen, el uso de la corbata en Bolivia ha quedado todavía más relativizado gracias a don Evo y no es previsible que se lo vea durante su gobierno usando dicha prenda, sin embargo sería interesante saber si la vestirán aquellos que están acostumbrados a usarla cuando tengan audiencias con el Presidente.
Lo probable es que veamos lo siguiente: los empresarios, los funcionarios públicos, los diplomáticos sí la vestirán, sin embargo, el círculo cercano a don Evo, los jefes de partidos políticos y los campesinos no lo harán y es muy posible que tampoco lo hagan muchos de los mandatarios que visiten nuestro país para no aparecer ni superiores ni inferiores al gobernante anfitrión. ¿Qué conclusión definitiva se puede sacar de esto? Ninguna... y sólo queda decir que un gran aporte de Evo Morales al protocolo de las reuniones entre gobernantes es que hizo que no sea obligatorio el uso de la corbata y queda por acotar que nuestro futuro Presidente, en lo que respecta a símbolos, sabe qué terreno está pisando y es de esperar que también tenga así de claros los símbolos y conductas (en otras palabras, protocolos) referentes al uso del poder, la autoridad y la negociación en un gobierno democrático.