El color de la indumentaria académica en las nuevas titulaciones. Los colores en la indumentaria académica: pasado y futuro.
La adjudicación de colores como distintivo para los distintos estudios universitarios es tan antiguo como la misma universidad.
Segundo Encuentro de Responsables de Protocolo y Relaciones Institucionales de Universidad.
La adjudicación de colores como distintivo para los distintos estudios universitarios es tan antiguo como la misma universidad. De hecho, en numerosos ejemplos pictóricos del período Renacentista (Siglo XV-XVI), y muy especialmente del Barroco (S. XVII), ambientados o representando escenas de la vida académica superior, aparece esta clasificación cromática.
La amplia reestructuración que a mediados de la pasada centuria hizo el Estado Español del mundo administrativo y académico universitario, sirvió también para que los tradicionales colores de los antiguos estudios tomaran carta de naturaleza legal, siendo definitivamente fijados, de acuerdo con la siguiente forma:
1.Rojo para derecho.
2. Azul oscuro para ciencias.
3. Azul celeste para letras.
4. Amarillo para medicina.
Quedaron olvidados, sin embargo, colores de estudios que estaban aglutinados en otros, o desgajados del tronco universitario; como fue, en el primer caso, Cánones (Derecho Canónico), y en segundo Teología. El color verde de Cánones, afortunadamente, no se perdió, dado que los doctores en dicha materia lo siguen usando, en combinación con el rojo que corresponde a los estudios de leyes.
Sin embargo, el blanco que habitualmente representaba la Teología desapareció total e injustamente, e incluso, un siglo después, posiblemente por desconocimiento, se le adjudicó a una nueva titulación (Bellas Artes), con lo cual, cuando los estudios teológicos se incorporen al cómputo universitario como ya ocurre en otros países (Alemania, Países Escandinavos, Suiza, etc.); surgirá un problema de carácter protocolario y ceremonial.
La incorporación de nuevos estudios y titulaciones significó la necesidad de dotarlos de un distintivo, como al resto de facultades. De esta manera, aparecieron, entre otros:
1. Cobre para carreras técnicas.
2. Morado para farmacia.
3. Verde para veterinaria.
4. Naranja para económicas.
5. Gris Plomo para ciencias de la información.
La inclusión de nuevos estudios a partir de la Ley de Reforma Universitaria (LRU), significó una nueva hornada cromática para las recién creadas titulaciones. Así surgieron colores para Odontología, Educación Física, etc.
Sin embargo, pese a esta variedad, aún existen numerosos doctorados de carreras universitarias que carecen de un color distintivo propio, intentándose subsanar en la actualidad accediendo al uso de nuevas tonalidades, surgiendo el problema de que se están eligiendo y asignando colores que son diferentes para la misma titulación según la universidad en la que se curse, corriéndose el peligro de causar confusiones en un futuro próximo, y de falsear una parte de esta tradición, que igualaba, simbólicamente, a los especialistas superiores de todo el territorio nacional, fuera cual fuera su campus de formación.
Recordemos, como ejemplo claro, que los doctores en Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid se revisten con muceta naranja, mientras que en Granada lo hacen, creemos recordar, de rojo.
Hace unos meses, la Facultad de Náuticas de la Universidad de La Laguna solicitó al Secretario General, y éste a su vez lo remitió al Maestro de Ceremonias, la utilización del color Azul Marino como distintivo de su centro.
Aunque han adquirido rango de facultad en fechas aún cercanas, basaban su petición en que este azul, a su juicio, era el tono tradicional del uniforme de los marinos, y que por tanto debería aplicarse al traje académico de estos estudios; y pongan como ejemplo inequívoco que la Facultad homónima de la Universidad de Cádiz lo venía llevando desde hacía un relativo espacio de tiempo.
Con intención de tomar una decisión apoyada en la tradición que sobre las Ciencias Náuticas existiera en las Universidades españolas, descubrimos como, si bien era cierto que la Universidad de Cádiz utilizaba el color Azul Marino, la de Santander, sin embargo, empleaba y emplea el azul oscuro que aglutina a todos los estudios científicos. En vista de ello, recomendamos aplazar la decisión en espera de consultar en estas jornadas a los compañeros de otras Universidades. Con respecto a éste caso, creemos recordar que hace algún tiempo, el Consejo de Rectores rechazó esta posibilidad por la proximidad de este color con el negro, distintivo único del Rector como máxima autoridad académica y administrativa.
Hoy en día, estas confusiones no son excepcionales. De hecho, los distintivos de Ciencias de la Información y los de Letras, aunque diferentes, llegan a confundirse a causa de su cercanía cromática. Ya ha ocurrido que un doctor de una facultad aparece revestido con la toga de la otra, sin advertir la confusión.
Por todo ello, recomendaríamos no aceptar la utilización del Azul Marino ni ningún otro cercano en la escala cromática, dado que el Rector, como representante de todo un claustro y cabeza visible del mismo, no puede ni debe ser confundido con facultad alguna, asegurándose su singularidad.
Pero, sin duda, esto no es sino un pequeño problema dentro de otro de mayor calibre, que es la adjudicación de colores a las nuevas titulaciones, antes que cada cual se distinga sin contar con las demás universidades, cuestión ésta a la que hay que dar una solución rápida y sin posibilidad de duda. Desde nuestro punto de vista, la mejor manera de resolver este interrogante sería:
1º. Acordar, los Jefes de Protocolo en estas jornadas en las que estamos representados prácticamente todos, qué carreras necesitan nuevos colores, y cuáles se les pueden adjudicar.
2º. Una vez acordado esto, procurar que sea aceptado por cada una de nuestras universidades, y logrado este fin, enviar unánimemente la solicitud al Consejo de Rectores para que lo confirme oficialmente.
Para facilitar esta labor, nos permitimos enviarles una serie de colores aún fuera de uso (junto con los ya legalmente reconocidos) para su posible aprobación. Sería recomendable evitar la conjunción de dos colores (Rojo y Verde, Rojo y Negro, Amarillo y Negro), ya que no debemos olvidar que las personas con más de un doctorado ostentan los colores de cada uno de ellos, lo que ocurre también con las personas que tienen más de una licenciatura, o han opositado a un cuerpo diferente.
Hay que huir, en nuestra opinión, de la utilización de colores cuyos matices con pequeñas variantes se han repetido en exceso, como el caso del verde, que distingue a veterinaria, Cánones y Educación Física, etc.
Lamentamos no poder acompañar, por razones de trabajo, en este foro de debate y consulta al resto de compañeros que tienen también asignadas labores protocolarias en las Universidades Españolas, tratando de suplir la inasistencia con la colaboración, en forma de estas pobres ideas y de todo el material que a tal efecto disponemos, para contribuir a la toma de decisiones que a todos nos atañen en este nuestro quehacer como salvaguarda de la tradición en nuestros centros académicos.
Esperamos sean tenidas en cuenta y sirvan para centrar la discusión, o al menos de base para la misma, ya sea por estar de acuerdo o por disentir de ellas.