La petición de mano. La pedida de la mano ¿quién debe pagar la invitación?

Una pedida de mano puede consistir en tomar simplemente un café o merienda, o ser algo de mayor entidad, como un almuerzo.

 

Pagar petición de mano. Un hombre pide matrimonio a una mujer protocolo.org - FP Pro

¿Quién paga la invitación de una pedida de mano, petición de mano?

Una petición de mano puede ser tan simple o compleja como quieran los padres de los novios.

Tradicionalmente se suele celebrar en casa de los padres de la novia, una comida o una merienda, para conocerse mejor. También, podría ser una cena, aunque no suele ser habitual.

Si la pedida se hace de esta forma tradicional, está claro, que los gastos corren a cargo de los padres de la novia.

Si la celebración tiene lugar en un restaurante, hotel o cualquier otro lugar que no sea la casa de los padres de la novia, también es habitual que los gastos corran a cargo de los padres de ella.

Ahora bien, como en muchos otros aspectos de una boda, se pueden 'negociar' estos gastos. Se puede quedar en pagar a medias o bien, en pagar una parte mayor o menor, en función de la capacidad económica de cada familia.

Otra cuestión que puede ser determinante a la hora de participar o colaborar en los gastos, son la cantidad de personas que acuden a esta celebración. Si, por la razón, que sea, una familia 'aporta' más invitados, sería correcto ofrecerse a pagar una cierta parte de los gastos. No obstante, como hemos comentado en otros artículos del portal, la pedida de mano suele ser una celebración muy íntima y familiar.

Por último, haya o no un reparto equitativo o cualquier otro tipo de reparto que ellos consideren conveniente, atendiendo a diversas circunstancias, los padres del novio pueden -y deben- devolver la invitación a los padres de la novia. Esta 'devolución' debe hacerse en los mismos 'términos' que lo han hecho los padres de la novia. Es decir, una invitación a su casa o bien a un restaurante. Si se hace de forma distinta, hay que hacerlo con cuidado, para no empezar con mal pie las relaciones entre las familias, intentado quedar unos 'por encima' de los otros.