Los invitados tiquismiquis. En todos los lados los hay, y parece difícil que en una cena o reunión no haya uno, al menos, que le ponga pegas a la comida. ¿Qué puedo hacer con estos invitados?
Lo mismo que hay invitados muy educados, ha y invitados muy protestones y poco dados a la prudencia en sus manifestaciones.
Si tenemos la mala suerte de contar con uno de estos personajes, hay que hacerle el caso justo, para que no se considere desatendido, pero tampoco puede ser el centro de atención.
Si algo no le gusta se le puede ofrecer una opción alternativa, que no trastoque nuestros planes como anfitriones. Una tortilla francesa, unos huevos revueltos o algún plato de fácil preparación y rápida, o bien se le puede ofrecer repetir de alguno de los platos del menú que más le han gustado de todos los ofrecidos.
Si no podemos ofrecerle algún otro plato opcional, podemos indicarle que no es necesario que deje el plato vacío. Se lo podemos retirar sin que lo haya comido. Y pediremos amables disculpas, aunque no sea nuestra culpa.
Si las protestas vienen por otro motivo, que no sea la comida, le escucharemos y recogeremos sus quejas indicándole que tomaremos las medidas oportunas para tratar de solucionarlo.