Comunicación no verbal. El poder de los gestos en la comunicación (con vídeo)
Los gestos suelen comunicar tanto o más cosas que las palabras y la mayoría suelen ser más sinceros porque los hacemos de forma involuntaria
Qué "dicen" nuestros gestos cuando hablamos
¿Dicen lo mismo nuestros gestos que nuestras palabras?
Decimos más cosas, muchas veces de forma involuntaria, con nuestros gestos que con nuestras palabras. Más de la mitad de la comunicación que se establece con otras personas es no verbal. Esta comunicación no verbal se compone de gestos voluntarios y de gestos involuntarios. Todos hacemos gestos al hablar.
La palabra puede ser muy buena para transmitir contenido, datos, información, etcétera, pero salvo que tengamos un buen dominio del lenguaje, es mucho más difícil expresar sentimientos, emociones, actitudes, estados de ánimo, etcétera cosa que sí es posible con los gestos. La conocida frase "una imagen vale más que mil palabras" podríamos transformarla en este caso por "un gesto vale más que mil palabras".
¿Qué es la proxemia?
Además de los gestos, hay que tener en cuenta las distancias cuando nos comunicamos con los demás. La proxemia es la percepción que todos tenemos de nuestro espacio personal, y cómo utilizamos este espacio en nuestras relaciones con los demás. Lo podríamos comparar con una burbuja invisible. En función del tipo de relación que tengamos esa burbuja es más grande o más pequeña. Cuanto más cercana o de confianza sea la relación, la "burbuja" será más pequeña, y viceversa, a menos confianza mayor tamaño tendrá esa "burbuja".
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Qué ocurre cuando llegamos al contacto físico
Hay personas a las que les gusta "tocar". Te toman de la mano, del brazo, de la cintura, etcétera, pero no a todo el mundo le gusta. Además hay que tener una relación de mucha confianza para hacer un gesto de este tipo. La prudencia, como en casi todos los órdenes de la vida, debe ser la que nos diga cuándo debemos evitar este tipo de acciones. También, el contexto y la cultura son factores determinantes para evitar o no el contacto físico.
Distancias recomendadas para relacionarnos con los demás
Personas desconocidas. Cuando hablamos con un desconocido, o cuando una persona nos pregunta algo en la calle, por ejemplo, la distancia recomendada es el largo de un brazo, aproximadamente.
Personas muy cercanas. Si hablamos de nuestros padres, de nuestros hijos, de nuestra pareja, etcétera, entonces las distancias se acortan y la medida del hombro al codo, según Teresa, es una distancia íntima para el entorno más cercano de una persona.
Distancias sociales. Sobre todo en los transportes públicos como el metro, el autobús, etcétera, pero también en el ascensor y otro lugares el espacio es mínimo. Incluso, vamos pegados. La forma de compensar esta falta de espacio es girando el cuerpo, apartando la mirada, etcétera. Es una manera de establecer una "barrera social" cuando no se puede hacer físicamente.
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Cada cultura también tiene sus propias costumbres. Los latinos, por ejemplo, tienen fama de ser mucho más cercanos que otras cultura. Al igual, que las culturas orientales son menos dados a la cercanía y al contacto físico.
La comunicación no verbal no solo es cuestión de gestos, sino de silencios también. Hacer un pausa o mantener un silencio puede 'decir' muchas cosas, dependiendo del momento y del entorno.
La experta en comunicación personal Teresa Baró, en el magnífico programa de RTVE "Para todos la 2" nos da unas pautas muy precisas para interpretar varios gestos habituales que podemos ver de forma cotidiana a nuestro alrededor.
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