Dejarnos llevar por la presión social (con vídeo)
Nuestro propio entorno, amigos y familia, nos presionan para hacer cosas que "socialmente" son consideradas convenientes
10 consejos para evitar la presión social. Cómo dejar de hacer lo que dicen que debemos hacer
Cada día vemos en los medios de comunicación noticias que nos informan sobre la vida saludable. También sobre qué es lo que se lleva a la hora de vestir, sobre cómo celebrar nuestra boda, etcétera. Pero no solo los medios de comunicación nos "presionan", también nuestro propio entorno. Los amigos y la familia, nos presionan para hacer cosas que "socialmente" son consideradas convenientes para nosotros, pero con su propio criterio y escala.
Le felicidad 'impuesta' por presión social
Se está imponiendo el tratar de que seamos felices todo el día. Es totalmente imposible ser feliz 24 horas al día. Y esta presión social nos puede llegar a hacer sentirnos mal, a sentirnos frustrados por no conseguirlo.
Son tantas las informaciones e "imposiciones" que recibimos que las consecuencias las saben bien los profesionales de la salud. Se producen patologías de todo tipo. Por ejemplo la potomanía -necesidad de beber agua de forma continua porque nos dicen que el agua depura-, la ortorexia -aquellas personas que solo comen cosas que son consideradas sanas-, etcétera.
Este tipo de "presión social" suele ser excluyente. Es decir, si no hago todo esto que me dicen ya no puede pertenecer al grupo. Si no visto de tal manera, si no tengo la figura "tipo", si no practico tal deporte, etcétera. me voy a quedar al margen de la sociedad. Mentira. No tenemos por qué ser todos iguales.
Claves para que nos dejen vivir en paz. Cómo evitar la 'presión social'
1. Escucha pero no claudiques
Escuchar es una forma de aprender. La información nos puede aportar conocimiento. Lo que no quiere decir que tengamos que hacer lo que los demás nos dicen. Pero si es posible que cambiemos algunas cosas si nos parecen razonables o buenas para nuestra vida. La presión social, puede aportar algo positivo, si sabemos cómo 'filtrarla'.
2. Pide un tiempo cuando no lo tengas claro
Cuando nos presionan nuestros amigos, nuestros padres, nuestra pareja, etcétera, es bueno tomarse un tiempo para pensar si nos conviene o nos aporta algo positivo el hacer tal o cual cosa. No hay que decir sí a la gente por quedar bien.
3. Haz las cosas por convencimiento
Tenemos que hacer las cosas porque estamos convencidos de obtener algo positivo de esta actividad. Si lo hacemos por quedar bien o por no decir que no, seguramente nos causará un mayor perjuicio que un beneficio. La presión social no debe condicionar nuestras decisiones.
4. La única aprobación que necesitas es la tuya
No hay que hacer las cosas por quedar bien con los demás. No necesitamos la aprobación de los demás para hacer la mayoría de las cosas que nos gustan.
5. Di, no y rechaza con educación y amabilidad
Es bueno aprender a decir que no. Ese amigo que nos propone ir a correr con él todas las mañanas cuando a nosotros no nos gusta madrugar. Hay que decir que no. Hacer esa dieta que le funciona a nuestra pareja o a un familiar sabiendo que a nosotros no nos gusta tomar muchos de alimentos incluidos en esa dieta. Hay que decir que no.
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6. No te justifiques
En algunas ocasiones nos sentimos culpables por no decir que no. Y esto nos lleva a buscar argumentos y justificaciones para razonar esa negativa a hacer una determinada cosa. En la mayoría de las ocasiones no es necesario buscar argumentos que la otra parte no va a querer escuchar. Ignora la presión social, no la justifiques.
7. Elige tus prioridades y tenlas claras
Es importante saber en la vida qué es lo que queremos y tener nuestras prioridades. Generalmente, estas prioridades no serán las mismas que las de nuestros amigos, familia, etcétera. Pero es bueno, no todos tenemos las mismas prioridades y esa diversidad es buena.
8. Tomar tus decisiones no tiene que estar relacionado con el amor
Hay que evitar los chantajes emocionales. No es una cuestión de, o haces esto o te dejo de querer. No. No debemos dejar que este tipo de coacciones o amenazas nos hagan tomar la decisión equivocada. No siempre es una presión social la que nos 'amenaza', puede ser una presión familiar que es más cercana.
9. Aceptar que puedes equivocarte
Casi siempre que tomamos alguna decisión podemos equivocarnos. Tenemos que saber que no siempre nuestras decisiones van a ser acertadas, pero han sido nuestras decisiones no las de los demás.
10. Utiliza la técnica del disco rayado si te insisten
Repetir una y otra vez la misma frase, sin dar ninguna otra explicación. Si utilizamos algún tipo de argumento nos pueden tratar de rebatirlo. Si no damos ninguno, les quitamos esa posibilidad.
Patricia Ramírez Loeffler, psicóloga y colaboradora habitual del programa de RTVE "A punto con la 2" nos va a dar algunas claves para poder evitar o soportar mejor esas presiones sociales que a todos nos "amenazan".
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