La buena educación primera es definitiva
Los sabios de Grecia ya valoraban la importancia de la buena educación de los niños
La importancia de la buena educación de los niños
Aquella urbanidad
La buena educación primera es definitiva.
El sabio Licurgo que gobernaba en Grecia, quiso demostrar al pueblo cuán necesaria era la buena educación a los niños. Para eso realizó el siguiente 'experimento':
Con tal propósito tomó dos cachorritos que habían nacido juntos, y desde pequeños al uno le enseñó a cazar, mientras que al otro le dejó sin enseñanza alguna.
Cuando los perritos se hicieron mayores, Licurgo congregó a los habitantes de la ciudad y les dijo:
"Oídme con atención: la Patria necesita que los niños y los jóvenes sean buenos y virtuosos, y para conseguirlo es preciso que reciban buena y adecuada educación".
Mandó traer los dos perros y mientras un hombre ponía ante ellos un plato de carne, otro soltaba una liebre. En seguida, el uno se echó sobre el plato y el otro se lanzó sobre la liebre.
Licurgo dijo entonces al pueblo:
"Ved los resultados de la diferente educación. Ambos animales nacieron juntos, empero se han educado de muy diferente manera, y el uno es un valiente cazador mientras que el otro es un glotón despreciable. Si queréis que vuestros hijos sean buenos, esforzados y valientes, obligadles a adquirir desde niños esas cualidades".
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