La amabilidad. Ser afable. Invitado amable
Una persona amable es aquella que escucha con una sonrisa lo que ya sabe, de labios de alguien que no lo sabe
Nada cuesta ser amable
Una de las virtudes mejor valorada por todas las personas es las amabilidad, ser afables. Una persona puede ser educada, bien vestida... pero si además es agradable y amable, entonces es una persona encantadora. Una persona amable, por norma general, es una persona con buenos modales.
Hay una frase, de Alfred Capus, que nos proporciona la definición perfecta de lo que es la amabilidad: "Una persona amable es aquella que escucha con una sonrisa lo que ya sabe, de labios de alguien que no lo sabe". La amabilidad nos ayuda a causar buena impresión a los demás, aún a costa de hacer algún pequeño sacrificio.
Aunque el término "amabílitas" proviene del latín con un significado de amado, de ser amado o preferido, para nosotros hemos tomado el significado más actual y moderno que tiene que ver con las normas de conducta más que con los sentimientos.
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El término amabilidad engloba muchos conceptos: atención por los demás, respeto, consideración ... en si misma encierra muchos de los aspectos fundamentales de una persona bien educada.
"Aunque pudiera hacerme temible, preferiría hacerme amable" dijo Michel Eyquem de la Montaigne. Y es que una persona amable es querida y respetada. La amabilidad es un profundo sentimiento que solamente se manifiesta en ciertas actitudes. La amabilidad se manifiesta en cualquier momento; debe surgir de manera espontánea. La amabilidad no se fuerza, pues perdería su naturalidad dejando de ser amabilidad para convertirse en algo fingido, parecido a la amabilidad sin serlo.
La amabilidad es generosidad y hay que derrocharla. Hay que ser amables con todo el mundo, no solo con las personas que conocemos. La amabilidad abre puertas, auna culturas y ayuda a una convivencia mejor.
"La amabilidad es generosidad y hay que derrocharla"
Una persona amable es aquella que nos ayuda, por ejemplo, a cambiar una rueda pinchada de nuestro automóvil, que nos deja llamar por teléfono desde su casa si lo necesitamos, que nos deja una herramienta, etcétera. Por todas partes estamos rodeados de gente amable. Sigamos pasando ese "testigo" y contagiando la amabilidad. Solamente una cosa más, no abuse de ella. No sea empalagoso, llevando su amabilidad al límite de lo exagerado, siendo demasiado "atento".