Responder a los compromisos sociales. Devolver una invitación
La educación y la elegancia no está en ofrecer más que los demás, sino en saber cómo ofrecerlo
Corresponder a una invitación, un gesto de cortesía
Cualquier persona con una vida social normal es habitual que tenga que corresponder a las invitacionesrecibidas de otras personas -amigos, familiares, compañeros, etcétera-. Hay que dejar bien claro que se debe "corresponder" a una invitación pero no "competir" tratando de ser "mucho más" que sus anteriores anfitriones -lo que coloquialmente se conoce como "quedar por encima"-. Corresponder a una invitación no es una competición que busca un ganador, es un simple gesto de agradecimiento y de cortesía.
La educación y la elegancia no está en ofrecer más que los demás, sino en saber cómo ofrecerlo de forma elegante, bien organizada y correcta. Un buen anfitrión siempre trata de agradar a todos sus invitados.
No intentar ser más que los demás
Si tiene que corresponder a una cena o a un almuerzo, haga que su menú sea de similares características al que le fue ofrecido a usted. No trate de ofrecer caviar y marisco a quien le ofreció una sencilla cena de ensalada y guiso casero. No es cuestión de posibilidades económicas o no, sino de simple respeto, de no hacer sentir inferiores a los demás.
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La similitud deberá ser, no solo en cuanto al menú se refiere, sino en cuanto al número de invitados. Siempre que sea posible, devuelva la invitación a una cena de amigos, con otra similar, o una cena de dos o tres parejas con otra similar, y no con una fiesta multitudinaria.
Devolver una invitación puede ser cuestión de semanas, cuando se trata de un almuerzo, una cena o una determinada celebración, o bien puede hacerse mucho tiempo después, como suele ocurrir con las invitaciones a celebraciones de tipo familiar como bodas , comuniones , etcétera. En este último caso, el compromiso adquirido se suele devolver cuando en el seno de su familia tiene lugar la celebración de un acontecimiento similar.
En estos casos se aprovecha un evento familiar para devolver la invitación a aquellas personas que se la hicieron a usted anteriormente. No es obligatorio, pero si recomendable para mantener una relación cordial.
¿Invitaciones o 'encerronas'?
Hay que tener cuidado con cierto tipo de invitaciones, cuando las mismas tienen más que un fin social, un fin comercial. Es muy habitual, sobre todo en los Estados Unidos, reunir a un grupo de personas en una casa para hacerles una demostración (y/o venta) de productos como envases para guardar alimentos, máquinas de limpieza, productos de belleza, robots de cocina, etcétera. Estas invitaciones no conllevan un compromiso social -devolver la invitación-, aunque si pueden llevar un cierto compromiso posterior, si usted opta por entrar en este tipo de "negocios". No es correcto hacer 'encerronas' de este tipo a los amigos y familiares. Es mejor informarles con anterioridad, para que ellos decidan si quieren asistir o no.
Si quiere devolver una invitación, debería utilizar los mismos cauces que utilizaron con usted para hacerle llegar esa invitación. Una llamada de teléfono, una carta escrita, una invitación formal, etcétera. No es imprescindible, pero si recomendable, como se dijo al principio, para no querer "ser más" o aparentar más que otros. Con ello, tampoco se limita la posibilidad de utilizar otros medios, si usted lo considera necesario, que no tiene porque ser un calco exacto de los utilizados para invitarle a usted.
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Si en un compromiso anterior no se aceptaban regalos, usted tampoco debería aceptarlos -salvo que sea una fiesta de cumpleaños, aniversario o similar-. Hablando de regalos , al igual que se comentó en ese capítulo, una invitación se hace, como los regalos, para agradar, agasajar, agradecer... pero no debe servir para ofender o molestar. Por estas razones, la correspondencia a una invitación debe hacerse en los términos más "igualitarios" posibles para conseguir el fin perseguido, complacer y agradecer.