Del aperitivo a la sobremesa
Un almuerzo o una cena suelen tener un momento previo -aperitivo- y otro posterior -sobremesa- de cierta relevancia
Reglas de etiqueta en los momentos previos y posteriores a una comida
Tomar un aperitivo y las conversaciones de la sobremesa
Cuando se celebra un fiesta o encuentro con un almuerzo o una cena y hay un número importante de invitados, es habitual que los anfitriones ofrezcan un aperitivo ligero para que los invitados se vayan conociendo entre sí y para dar tiempo a que todo el mundo vaya llegando de forma escalonada. Los anfitriones deben ser los encargados de realizar las presentaciones o, al menos, la mayor parte de ellas.
¿Cuánto tiempo debe durar un aperitivo?
Terminado el aperitivo, que no debería durar más de treinta minutos, hay que pasar al comedor. Generalmente, entra todo el mundo al comedor sin un orden determinado, aunque lo más correcto sería que pasaran primero las mujeres y luego los hombres. Si los invitados pasan al comedor en parejas, se suele pasar del brazo de otro/a invitado/a que no sea la pareja de uno. Cuando hay invitados del ámbito eclesiástico no se les debe dar al brazo.
La entrada al comedor
Una vez en el comedor, las señoras son las primeras que deben tomar asiento, después los hombres. Es correcto que el hombre, ayude a la mujer a sentarse, moviendo ligeramente la silla para facilitar la "maniobra" de sentarse. Lo mismo se puede hacer a la hora de levantarse. Los hombres y las mujeres se deben colocar de forma alternada. Si no hay el mismo número de hombres y mujeres, es mejor sentar a dos hombres juntos que a dos mujeres juntas.
Los anfitriones son los que deben marcar el inicio de la comida y también, el final. Una vez que comienzan a comer los anfitriones o el invitado principal, lo pueden hacer el resto de los invitados. Durante el resto de la comida no es necesario en cada cambio de plato esperar por los anfitriones.
Conversaciones en la mesa
Durante la comida se debe conversar con los invitados cercanos, sin tratar de llegar a otros más lejanos, lo que supondría tener que levantar mucho la voz e incluso gritar. Si tenemos interés por hablar con algún otro invitado, lo podemos dejar para después de la comida. No vamos a tratar en este artículo los temas de conversación , el servicio de la mesa y el uso de los cubiertos , ya tratados en otros apartados de este portal.
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La sobremesa ¿larga o corta?
Finalizada la comida -recordemos que el final lo marcan los anfitriones- si es posible se puede servir el café y los licores en otra estancia, lo que ayuda a que los invitados puedan charlar o relacionarse con otros invitados que no han tenido cerca durante la comida. La sobremesa no debería durar más de sesenta minutos. Es mejor tener la sobremesa en otro lugar distinto del que se ha comido, si es posible.
Cuando la reunión es una cena, la sobremesa no debe alargarse hasta altas horas de la madrugada. Hay que saber cuándo retirarse a tiempo para no ser un invitado incómodo o cargante. Un buen invitado sabe cuando no debe ser el último en irse. Tampoco podemos esperar a que nos den muestras o hagan gestos evidentes de que es hora de irse.