Habilidades sociales. Su importancia en la vida diaria (con vídeo)
Las habilidades sociales no solamente nos sirven para relacionarnos con los demás, también nos sirven para expresar opiniones personales...
¿Qué son las habilidades sociales? Cómo podemos desarrollarlas
Son un repertorio de conductas, de pensamientos, de actitudes, de emociones que nos permiten relacionarnos de forma apropiada y correcta con otras personas.
Las habilidades sociales no solamente nos sirven para relacionarnos con los demás, también nos sirven para expresar opiniones personales, pedir lo que uno desea, etc. en un plano directo y sincero, y siempre respetando a los demás.
Por qué son necesarias las habilidades sociales
A todo el mundo le gusta que le aprecien, le gusta tener amigos y relacionarse con los demás -salvo algunas excepciones-. Si no contamos con algunas habilidades sociales estas relaciones pueden convertirse en una fuente de estrés y malestar al carecer de estas habilidades y al no saber cómo disfrutar de estas relaciones con otras personas.
Las personas con carencias de habilidades sociales suelen sufrir más procesos depresivos y ansiosos por no controlar este tipo de capacidades para relacionarse con los demás.
Categorías de las habilidades sociales
1. Expresar amor, agrado y afecto. Hay personas a las que les cuesta decir te quiero, pedir un favor o bien decir que no.
2. Expresar la molestia. Si alguien hace algo que le molesta le cuesta decirlo.
3. Hablar en público. Es una de las habilidades sociales que más echamos en falta las personas. Tener la capacidad de expresarnos de forma correcta en público.
Te puede interesar: Aprender a escuchar. La escucha activa
4. Pedir un trabajo de forma adecuada. Tener carisma y saber explotarlo para nuestro propio beneficio.
5. Expresar opiniones propias. Cuando se carece de esta habilidad la persona no se expresa por miedo a defraudar a los amigos, por miedo a hacer el ridículo, etcétera.
Personas asertivas
Una persona asertiva es una persona socialmente habilidosa. Es una persona que cumple prácticamente todas las categorías que hemos mencionado anteriormente.
- Es una persona que pide las cosas pero no las exige.
- Es una persona que tiene claras sus limitaciones.
- Es una persona que sabe potenciar sus cualidades.
- Es una persona que se relaciona bien con los demás.
- Es una persona que respeta a los demás.
Aprendemos con la interacción de los demás
No nacemos con estas habilidades sociales. No son innatas. Las vamos aprendiendo a lo largo de nuestra vida. En este punto la formación de los padres es fundamental. Dependiendo del modelo de conducta que tengamos de pequeños este ejmplo tendrá una gran influencia en nosotros en el futuro.
Si nuestro modelo de conducta es muy agresivo es fácil que nosotros también tengamos esta forma agresiva de relacionarnos y aprender que para conseguir algo necesitamos gritar o pegar, por ejemplo.
Por el contrario, si nuestros padres tienen un modelo de conducta más dialogante, son más asertivos y nos enseñan a pedir las cosas por favor, nos explican las cosas de forma correcta, cuando nos tienen algo que reprochar o criticar lo hacen de una forma constructiva, etc. entonces aprendemos a hacer lo mismo. Además, seguramente, que vamos a tender a relacionarnos con otras personas que hagan lo mismo que nosotros, que respeten a los demás, que sean dialogantes y asertivos.
¿Somos más asertivos o agresivos?
La mayoría de las personas somos asertivos, aunque puede que solo sea en alguna de las facetas de nuestra vida. No tenemos que ser asertivos en todos los aspectos de nuestra vida. Hay gente es muy asertiva en su vida familiar y con sus amistades pero no lo es tanto en su vida social o laboral. Y al contrario, hay gente muy "sociable" que no lo es tanto en su vida más personal o íntima.
El radar de las emociones: la empatía
La empatía es la capacidad para "ponernos en el lugar del otro". Es una forma de entender al otro, de saber lo que siente. La gente que es empática sabe escuchar y además lo hace de una forma activa. Les gusta preocuparse por los demás y eso les hace tener una aceptación social mucho mayor.
Te puede interesar: Claves para conocer a gente nueva
¿Qué es la inteligencia emocional? Su relación con las habilidades sociales
La inteligencia emocional está muy relacionada con la empatía, las habilidades sociales y la asertividad. La inteligencia emocional es la capacidad para manejar bien nuestros sentimientos, nuestras emociones y para entender emociones y sentimientos de otras personas.
Desde muy pequeños los padres tienen que ir enseñando y educando a sus hijos en este tipo de habilidades sociales que les serán de mucha utilidad en la vida. Hay que educar con valoraciones positivas y sinceras.
Inhibición y agresividad
Son los sentimientos opuestos a la asertividad y, a su vez, opuestos entre ellos.
La persona inhibida es socialmente hipócrita. Vive la vida que los demás esperan de él pero no la que a él le gustaría. Suelen ser personas introvertidas, sumisas, que confunden el ser servicial con el ser servil. Están siempre a disposición de todo el mundo con tal de no tener conflictos, con tal de agradar y que les valoren.
Ser socialmente hábil nos mejora mucho la calidad de vida. Las relaciones saludables ayudan a tener una mejor vida profesional, familiar y personal.
La psicóloga Patricia Ramírez Loeffler, colaboradora habitual del programa de RTVE "Para todos la 2", nos habla de forma muy amena de la importancia de las habilidades sociales para nuestra vida cotidiana, tanto en el ámbito personal y familiar, como en el social y laboral.
Ver más vídeos sobre protocolo, etiqueta y buenas maneras.