Una buena estrategia para manejar la ira (con vídeo)
La ira, es una emoción muy difícil de controlar. ¿Por qué? Cuando nos enfadamos la parte más instintiva y emocional del cerebro genera una adrenalina y una química muy potentes
Aprender a controlar nuestra ira. Relaciones sociales y personales
La ira, en ocasiones, nos provoca hacer cosas de las que más tarde nos arrepentimos. Incluso, cosas que luego lamentamos haberlas hecho. La ira es un sentimiento de rabia y enfado, que suele ser muy violento.
¿Es siempre mala la ira?
Elsa afirma que no. Claro que es malo enfadarse. Pero, en algunas ocasiones, la ira es una reacción sana y necesaria que tenemos los seres humanos ante las injusticias. Esta 'ira' nos da energía y nos motiva para hacer un mundo más justo.
La ira, es una emoción muy difícil de controlar. ¿Por qué? Cuando nos enfadamos la parte más instintiva y emocional del cerebro genera una adrenalina y una química muy potentes. Se pone al mando y esa parte del cerebro que es primitiva, reacciona violentamente. Nos ordena a 'gritos' huye, ataca, insulta, pega... es una verdadera avalancha de energía física muy difícil de controlar.
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Este comportamiento que se genera en unos milisegundos es lo que el psicólogo Daniel Goleman denomina el 'secuestro emocional'. Puede ser un mecanismo muy útil si corremos un peligro real. También puede estropear una relación personal, laboral o sentimental. Durante el tiempo que dura el 'secuestro emocional' baja nuestro cociente intelectual. Estamos en manos de emociones muy volátiles.
¿Cómo evitamos el 'secuestro emocional'? ¿Qué podemos hacer para que no nos 'secuestre' la ira?
Elsa nos ofrece una sencilla estrategia que se puede aplicar en cualquier momento:
1. Fijarse en las señales físicas y actuar. Nuestro siempre nos avisa de lo que está pasando en nuestra mente. Cuando notemos que estamos empezando a enfadarnos -respiramos con más intensidad, nos suben los colores y la sangre a la cara, se acelera el corazón...- hay que detenerse un momento. Simplemente, debemos contar hasta 10. Respiramos hondo mientras contamos. Con este gesto estaremos frenando la reacción física del aire. Esto nos dará tiempo suficiente para evitar el secuestro emocional.
Después de realizar este sencillo ejercicio, la ira no desaparece del todo. Sigue habiendo un nivel de 'energía' muy importante que tardará en bajar. Necesitamos tiempo para 'enfriar' la situación. Es recomendable buscar un entorno tranquilo, bajar la luz, poner música suave. Incluso, es bueno, hacer algún tipo de ejercicio físico.
Una vez tranquilos podremos tomar una decisión más consciente y más constructiva para todos. Resolveremos de una forma más racional la situación que nos ha provocado esa ira.
Elsa Punset, escritora y divulgadora científica, participa en el maravilloso programa de RTVE "Para todos la 2", ofreciéndonos una buena estrategia para aprender a manejar nuestra ira. También nos explica que la ira puede ser 'buena', en ciertas ocasiones.
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