Ser cortés, expresiones naturales.
Se puede ser cortés sin ser falso e importuno; y galante, sin ser adulador.
Ser cortés, expresiones naturales.
Deben desterrarse del trato social las protestas exageradas, si no falsas, que ciertos entes se permiten a cada paso, tales son por ejemplo: "yo soy, señora, el más rendido servidor de Vd."; "me tendré por el hombre más bienhadado si merezco el alto honor de recibir vuestras órdenes".
Valgámonos de otras frases más naturales y genuinas, v.gr.-por ejemplo-: "sírvase Vd. reconocerme por su servidor"; o "disponga Vd. con franqueza en lo que me reconozca útil", etc. Se puede ser cortés sin ser falso e importuno; y galante, sin ser adulador.
Ni tampoco hemos de incurrir en el extremo contrario de usar palabras que denoten mando o superioridad cuando dirigimos la palabra a personas con quienes carecemos de positiva franqueza, diciendo: "haga Vd. esto"; "dígame Vd. tal cosa"; "venga Vd. mañana"; sino que las sustituiremos por estas otras: "¿Quiere Vd. hacerme el favor de tal cosa?"; "sírvase Vd. decirme tal otra"; "¿tendrá Vd. la bondad de venir mañana"; "dispense Vd. la libertad que me tomo de de incomodarle"; "si no le sirve a Vd. de molestia..."; "¿me haría Vd. el gusto de...", etc.