El título de Señor. Significado. Origen. Historia

Señor es aquella persona que es dueño de algo; que tiene dominio y propiedad en ello

 

Título de Señor. Retrato de Caballero, Fray Juan Bautista Maíno foto base Museo del Prado

El título de Señor. Su origen, su historia y su significado

Según el diccionario de la Real Academia Española -R.A.E.- , la definición de Señor (entre otras acepciones) es:

1. Que es dueño de algo; que tiene dominio y propiedad en ello.

2. Noble, decoroso y propio de señor.

3. Antepuesto a algunos nombres, sirve para encarecer su significado.

El origen y la historia del título de Señor

No es un título nobiliario propiamente dicho. Según hemos podido recoger de documentos históricos, era el último título de nobleza otorgado por algunos monarcas. Recuerdo al Señor Feudal. Dicha dignidad en algunos reinos adquirió mayor prestigio y poder que los condes.

Históricamente, el título de Señor daba autoridad jurisdiccional a todo el que lo poseía. Es decir, estaban autorizados por el Rey para ejercer no sólo su dominio, sino también todo tipo de autoridad, entre la que se contaba la de impartir justicia, conceder premios o castigos, imponer y recaudar tributos ...

La serie de privilegios que concedía este título de Señor, eran muy similares a las concedidas a los poseedores del título de Barón.

Las concesiones, a parte del Rey (concesiones reales), que otorgaba estos títulos según creyera conveniente y fueran de mayor utilidad para el Reino, se abrieron a otros tres estratos sociales: el clero, la nobleza y el pueblo.

Tipos de Señores o Señoríos

Con lo cual se dio lugar a cuatro clases de títulos de Señor o Señoríos, que explicamos a continuación:

1. Señoríos de Solariego

Eran los otorgados por la Corona a una persona de importancia del Reino o algún personaje de la nobleza. Esta clase que era la que gozaba de menos, por no decir casi ninguno, de los privilegios de la conquista, y era la que ponía los terrenos pertenecientes al Señorío de Solariego, En gran parte de los casos relatados por la historia, se abusaba en demasía sobre el pueblo al que se mandaba.

2. Señorío de Abadengo

Considerados como de segunda clase, eran concedidos por el Rey a la Iglesia, prelado o monasterio. Las Abadías y Monasterios que los ostentaban procuraban no ser demasiado "abusones" con sus vasallos.

3. Señorío de Behetría

De entre todos los Señoríos, se podría decir que era el más democrático de todos, al ser el pueblo el que tenía el derecho de nombrar su propio Señor, proviniendo el vocablo de latín "bienfectoría", que venía a significar, bienhechor, benefactor. Por lo tanto era nombrado aquel que el pueblo consideraba mejor benefactor para el pueblo. El pueblo tenía la capacidad, mediante petición expresa al Rey, de retirarle este título en caso de que el mismo ya no fuera considerado benefactor para el pueblo.

4. Señorío de Realengo

El Señorío de Realengo, eran aquellos que no se incluían en ninguna de las tres categorías establecidas con anterioridad, y que dependían directamente de la autoridad real.

El título de Señor, concedió durante muchos años un gran poder a sus titulares, disponiendo de autoridad para imponer justicia, tributos, recaudar, otorgar premios, etc. Era tal su poder, que a los propios Reyes, en algunas ocasiones, les incomodaba. Sus derechos eran tan amplios, como injustos, en algunos casos, como el famoso "derecho de pernada".

Con el tiempo, los Reyes, fueron disminuyendo el poder de los Señores, aunque siguió siendo bastante amplio. Esta disminución progresiva, se hizo efectiva en su totalidad, por el año 1837, en el que en España eran abolidos todos los privilegios de los Señores. Esto dio lugar a la desaparición de tal título hasta nuestros días, en la que Señor solamente es un título de cortesía.

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