El hablar y no hablar. La voz. Cuándo hablar.
Una niña de visita no debe ser ni demasiado habladora, ni demasiado silenciosa.
Convivencia Social. Formación Familiar y Social.
Una niña de visita ¿cuándo hablará?
Una niña de visita no debe ser ni demasiado habladora, ni demasiado silenciosa. Si se dirigen a ella y le preguntan, debe contestar. Si le piden que cuente algo, ha de contarlo con sencillez. Si le piden que cante, baile o recite, debe ser complaciente y hacerlo.
¿Puede preguntar?
Puede preguntar alguna cosa, pero sin insistir. La curiosidad, hasta cierto punto, es necesaria, porque la curiosidad os hará aprender muchas cosas. Desead conocer la historia del mundo entero; desead conocer la índole de las cosas; desead conocerse a sí mismo; desead, sobre todo, conocer a Dios, es la base para convertirse en persona culta, y una base para triunfar en esta vida y en la otra. Así, como principio, la curiosidad es cosa buena.
Pero hay que preguntar con oportunidad. Podéis preguntar a vuestros padres siempre, a menos que estén cansados. A la hora de la comida, cuando vuestros padres hablan entre sí de política, o de teatro, o de cine, no conviene interrumpir con una pregunta que les impacientará. Pero cuando acaben de hablar, si no habéis entendido algo, podéis preguntar.
De visita no conviene preguntar.
Hay preguntas que siempre son indiscretas e inoportunas. Por ejemplo: Tía Angela, ¿qué edad tienes? Pues a una persona mayor no le gusta que se le pregunte su edad.
Otro ejemplo: Tía Angustias, ¿tienes mucho dinero? Otro ejemplo: Tía Angela, ¿por qué te tiñes el pelo?
¿Comprendéis? No se debe indagar sobre la vida de nadie.
En el colegio, a las profesoras conviene que les preguntéis mucho, sobre todo, lo divino y lo humano. Ellas os informarán acerca de todo cuanto les preguntéis.
A vuestras hermanas o hermanos mayores podéis preguntar, pues ellos y vuestros padres y profesores tienen el deber de enseñaros. Pero no conviene abusar.
¿Cuál debe ser el tono de voz?
Ni muy alto, ni muy bajo. Para mejorar la voz conviene leer en voz alta, y para pronunciar con corrección hay que recitar poesías. Si quieres parecer una niña bien educada, procura hablar en tono agradable y con correcta pronunciación.
En el comedor, cuándo y de qué puede hablar.
El comedor, en la mesa, es la hora familiar más agradable. No conviene estropearla con discusiones con los hermanos. Contaremos todo lo más agradable que nos haya sucedido en el día. Hay que decir cosas amables y procurar estar alegres. Pero no hay que poner "discos".
¿Qué quiere decir esto? Esto quiere decir que nada de historias largas sobre la madre de fulanita, que le regañó a zutanita. Pues las historias largas son pesadas. Además, ni los padres ni los hermanos conocen a la madre de fulanita, y una historia muy larga aburre.
No conviene contar argumentos de películas. Esto siempre es pesado. Si uno se ha divertido en una película hay que decir: me he divertido muchísimo, era graciosísima, los actores eran estupendos... Pero nada de contar una película, pues una película contada es siempre "una lata". Igual sucede con el teatro o con una novela. Se puede hacer un comentario. Pero, en general, es mejor no contar el argumento.
No interrumpir.
Nada de interrumpir al que está hablando, y menos si la persona que habla es mayor que tú.
El teléfono, ¿para qué sirve?
El teléfono es muy útil para dar recados. Pero no es para mantener largas conversaciones con las amigas. Aunque sea muy agradable hablar con ellas. Pues a lo mejor hay alguien con necesidad de comunicar para un recado importante, y resulta que las niñas están de conversación.
¿Como y cuándo debe usarse?
No llamarás a tu amiga por teléfono a las horas de las comidas, ni después de las diez de la noche, ni antes de las nueve de la mañana, a menos que exista una necesidad apremiante.