Protocolo viajes. Viajar en avión. Manejo del equipaje y comportamiento durante el vuelo
Los viajes en avión son cada vez más frecuentes, por razones tales como los precios más asequibles, el incremento del número de aeropuertos, etcétera
Los viajes en avión y sus reglas de etiqueta y cortesía
El avión ofrece rapidez y comodidad para nuestros viajes
Los viajes en avión son cada día más frecuentes debido a un aumento del número de vuelos y a una considerable reducción de los precios de los pasajes - billetes. El avión es el medio de transporte más seguro, aunque también es el más 'temido' por muchas personas. El miedo a volar es una cuestión que preocupa a muchas personas.
Facturar el equipaje, lo primero
Lo primero que debemos hacer al llegar al aeropuerto es ir al mostrador correspondiente de nuestra compañía aérea para facturar nuestro equipaje. No debemos olvidarnos de etiquetar bien nuestras maletas para evitar cualquier tipo de percance -cosa que nosotros no podemos evitar cuando sucede-. Un buen truco para localizar nuestro equipaje rápidamente es marcar nuestras maletas con algún distintivo sencillo y vistoso: un punto de color amarillo, un aspa verde, o cualquier otro símbolo sencillo, de buen tamaño y de un color que resalte.
Si hace tiempo que no viajamos en avión, no está de más preguntar al personal de la compañía por si hay alguna nueva norma para los pasajeros. Las normas de seguridad son cada vez más estrictas y podemos encontrarnos con alguna sorpresa desde el momento en que tenemos que pasar por el arco de seguridad.
Cuidado con el 'equipaje de mano' que dejamos sin facturar. Hay personas que quieren subir al avión maletas o bolsas de grande dimensiones y pueden tener problemas. Además, el espacio para los equipajes en los aviones es muy limitado y es una falta de educación y una falta de prudencia, tratar de ocupar un espacio que tenemos que compartir con otros pasajeros del vuelo.
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Buenos modales dentro del avión
Cuando escuchamos la llamada para nuestro vuelo y conocemos la correspondiente puerta de embarque, no debemos demorarnos mucho. El avión no es el coche de un amigo que espera por nosotros. Nos podemos 'quedar en tierra' si dejamos las compras para última hora, o perdemos el tiempo en la cafetería sin darnos apenas cuenta.
Una vez que estamos dentro del avión, debemos ocupar el asiento consignado en nuestro billete. Cualquier cambio debe ser acordado con los compañeros de asiento. Es lo mismo que comentamos en el caso del cine. Ocupar un asiento que no nos corresponde solo traerá que 'problemas' y movimientos innecesarios de los pasajeros en el avión.
Nuestro asiento no es nuestra casa, ni nuestra oficina. Esto no quiere decir que no nos pongamos cómodos... pero con un límite. Hay gente a la que le gusta escribir, jugar con su portátil, escuchar música o ver películas, e incluso trabajar. Pero eso no tiene que repercutir en la tranquilidad de nuestros 'vecinos' de asiento. Ni en cuanto a ruido, ni en cuanto a espacio. Siempre que haya música o conversaciones, mejor con los auriculares puestos. En cuanto al espacio, limitado al nuestro. Nada de colocar papeles, carpetas, etcétera, en nuestro sitio y en los de nuestro alrededor.
La comodidad tampoco supone quitarse los zapatos. Es una cuestión de higiene -olor- y de seguridad. Podrían desplazarse si hay algún movimiento brusco del avión. Si es un vuelo largo o nos gusta ponernos cómodos, podemos llevar unas zapatillas o un calzado más cómodo y cambiarlos por los zapatos. Pero no quedar descalzos.
Si durante el vuelo sirven alguna comida, debemos recoger todo lo que pueda estorbar al personal de vuelo que nos sirve y cualquier cosa que pueda molestar a nuestros compañeros de asiento. Si durante el vuelo, nosotros sacamos algo para comer o para beber, es un buen detalle ofrecer a nuestros vecinos de asiento. No es lo habitual, pero hay personas que llevan algo de comida por cuestiones dietéticas o médicas. Mejor llevar alimentos fáciles de comer y que no sean demasiado 'olorosos'.
El personal de a bordo de los aviones está preparado para resolver cualquier incidencia
Si queremos conversar con alguno de nuestros compañeros de asiento, tenemos que saber si ellos también quieren. No debemos ser insistentes si vemos que no les apetece mantener una conversación con nosotros. Por supuesto, si están dormidos, nada de molestarles con ruidos o manteniendo conversaciones en voz alta con otros compañeros o hablando por el teléfono móvil - celular.
No está permitido levantarse del asiento durante el despegue y el aterrizaje del avión. Tampoco, cuando así lo indique el piloto -por ejemplo, cuando haya turbulencias, entre otros casos-. Durante el vuelo, tampoco es adecuado estar fuera de su asiento, salvo para ir al baño o por alguna otra necesidad, como puede ser estirar las piernas por consejo médico.
Si viaja un bebé o niño con nosotros, debe estar 'vigilado' de forma permanente. No podemos dejar que sea el personal del avión el que haga de niñera. Los niños no deben levantarse de su asiento salvo por razones importantes. Si llevamos un bebé, cualquier necesidad 'higiénica' deberá hacerse en los aseos -toilette-. No es la primera vez que vemos a un cambio de pañales en el propio asiento del avión. No haga eso.
Para terminar, recordar que al llegar a nuestro destino, no debemos levantarnos de nuestro asiento hasta que el avión esté totalmente parado. Por muchas ganas que tengamos de bajar, nada de empujones, carretas, etcétera. Bajaremos con cuidado, con orden y sin prisas según vayamos pudiendo incorporarnos al pasillo.