Protocolo viajes, Viajar en autobús. Comportamiento con respecto a los pasajeros del autobús. Reglas de cortesía
El autobús es un medio de transporte que ha tenido considerables avances tanto en prestaciones como en servicios
Los viajes en autobús y sus reglas de etiqueta y cortesía
Buenos modales en los viajes en autobús
El autobús es uno de los medios de transporte preferidos por una gran cantidad de personas que lo utilizan de forma habitual, también, para trayectos cortos. El servicio de transporte en autobús ha mejorado de un modo notable en cuanto a comodidades y servicios ofrecidos -ahora algunos tienen hasta un pequeño baño-, wifi, prensa, televisión, etcétera. Aunque tengamos todos estos servicios, debemos ser previsores y cubrir nuestras 'necesidades' básicas antes de comenzar el viaje. Luego habrá solamente una serie de paradas programadas que no podemos ni debemos alterar.
El autobús tiene un espacio es más reducido que en otros medios de transporte -por ejemplo el tren es mucho más espacioso- pero tiene otra serie de ventajas, como la posibilidad de hacer paradas en lugares donde no lo podría hacer ni un tren ni un avión. Cuando el espacio es reducido, si no tenemos un mínimo de respeto y consideración usando este espacio común, los roces y las desavenencias pueden ser algo inevitable.
Antes de comenzar el viaje
Todo el equipaje que no consideremos imprescindible -amén de las normas que tenga la compañía de autobuses- debe ir en la bodega del autobús. Únicamente subiremos al autobús un pequeño equipaje de mano donde podemos llevar cosas necesarias como medicamentos, objetos de valor, etcétera. No abusemos, subiendo grandes bolsas o maletas, que solamente harán que ocupar un espacio que 'quitaremos' a otros viajeros.
Ser previsores. Vamos a comprar o a tomar de las maletas todo lo que necesitemos antes de subir al autobús. No vamos a dejarlo para última hora. Es posible que si nos despistamos estando de compras, o bien perdamos el autobús, o bien hagamos esperar a todos los pasajeros por nosotros.
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Comienza el viaje en autobús
Como hemos comentado anteriormente, el espacio en los autobuses es bastante reducido, por lo que demos guardar algunas mínimas normas de comportamiento. Podemos destacar entre otras:
1. Los codos pegados al cuerpo. Como se aconseja cuando nos sentamos a la mesa, los codos siempre cerca de nuestro cuerpo. No podemos ni debemos desplegar nuestros brazos como alas, porque el espacio es reducido e invadiríamos con nuestros codos al pasajero de nuestro lado. Tampoco hay que empujar o 'invadir' el reposabrazos de nuestros compañeros de viaje.
2. Las piernas, también recogidas. No estamos en el salón de nuestra casa. No es correcto estirar nuestras piernas hasta que le lleguen a los pies del pasajero que está sentado delante de nosotros. Tampoco, clavarle las rodillas en la espalda al pasajero que está sentado delante de nosotros. Muy importante y a tener en cuenta. Si estamos en un asiento al lado del pasillo del autobús, cuidado con estirar las piernas hacia el pasillo fuera de nuestro asiento. Es causa de muchos tropiezos y de caídas que puede acabar en un percance de importancia. El pasillo es un sitio de paso que no debemos invadir con nuestras piernas -ni con cualquier objeto como una bolsa o maleta-.
3. La hora de la comida o el momento de tomar un piscolabis. Si nos apetece tomar algo, mejor que no sea una comida preparada con salsa, algún plato muy oloroso o que sea incómodo o difícil de comer en esas circunstancias. Es un detalle de cortesía ofrecer una prueba a nuestros compañeros de asiento. Si vamos a tomar alguna bebida, también es correcto ofrecer una a nuestro compañero de viaje.
4. Vamos a echar una siesta. Casi seguro que casi todo el mundo hemos visto a un pasajero de un autobús profundamente dormido con la cabeza reposando en el hombro de su compañero de asiento. Hay que tener cuidado y tratar de acomodarnos en nuestro asiento sin invadir el espacio de nuestro compañero de viaje. Podemos utilizar algún tipo de 'truco' como poner un pequeño cojín o almohada, una prenda de ropa doblada en forma de rulo, etcétera. Recordemos que no estamos en nuestra casa; cuidado con quitarse los zapatos, quitarse demasiada ropa, etcétera.
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5. Tiempo de ocio: música, televisión y videojuegos. Actualmente, hay pasajeros que convierten su espacio en algo más parecido a una oficina o a una sala de juegos, que a un asiento de un autobús. Ordenadores portátiles, tabletas, teléfono móviles - celulares, etcétera- Todo correcto, mientras no molestemos a nuestros compañeros de viaje con música a todo volumen, ruiditos de todo tipo de videojuegos y otros entretenimientos, conversaciones de teléfono que pueden escuchar todo el autobús, etcétera, etcétera. Un poco de prudencia y de sentido común. Los auriculares -cascos- pueden evitar la mayor parte de todas esas molestias.
6. Conversaciones. Si somos extrovertidos, podemos tratar de mantener una conversación con nuestros compañeros de asiento. Si vemos que no son personas comunicativas o que no desean entablar una conversación, hay que dejarlos tranquilos. No podemos insistir con preguntas constantes forzándoles a contestar. Hay gente muy pesada que no sabe estar callada -también hay gente muy agradable-. Si tenemos una conversación, cuidado con los temas de los que hablamos. Evitar cualquier tema conflictivo que pueda llevar a discusiones y disputas.
Si viajamos en los asientos delanteros, no podemos ni debemos hablar con el conductor. Aunque sea para hacerle solo una pregunta. El conductor tiene que estar pendiente de la carretera y no podemos distraerle. Además, en muchos autobuses ya se indica con un cartel: "prohibido hablar con el conductor"
Salvo que haya una necesidad importante, no debemos levantarnos de nuestro asiento durante el viaje. Primero por nuestra propia seguridad -un simple frenazo del autobús podría suponer un percance grave para nuestra integridad física- . Segundo, para no molestar a nuestros compañeros de viaje. En un espacio tan reducido, cualquier movimiento suele resultar una pequeña molestia para el resto del pasaje.
Llegamos a nuestro destino
Ni carreras, ni prisas, ni atropellos. Saldremos del autobús por orden y con tranquilidad -por muchas ganas que tuviéramos de llegar a nuestro destino-.
Por último, una vez que hemos bajado del autobús, esperaremos al pie del mismo al reparto de los equipajes. Nada de gritar al chófer cuál es la maleta o bolsa que debe bajar primero. Hay que dejarles hacer su trabajo.