China. Buenos modales con los extranjeros.

Los oficiales de etiqueta y protocolo vienen trabajando hace tres años para que los chinos sigan a rajatabla sus indicaciones.

 

Gente. Grupo de chinos acudiendo al trabajo. Ernop

Buenos modales con los turistas.

China se pone cada vez más estricta: no se podrá hablar de sexo con los extranjeros.

Durante los Juegos Olímpicos los residentes no podrán inmiscuirse en la vida privada de los visitantes. Los oficiales de protocolo instruyen a los chinos sobre los temas que no se pueden tocar. Política, religión, vida amorosa y sueldos, prohibidísimos.

Las publicidades también están bajo el ojo de los funcionarios: nada de obscenidades ni avisos supersticiosos.

De política, religión y futbol no se habla en las reuniones sociales. Esa es una antiquísima premisa del ceremonial occidental, que parece haber atravesado fronteras. China adoptó dos de esos tópicos y los agregó a su lista de prohibidos durante los Juegos Olímpicos.

Los oficiales de etiqueta y protocolo vienen trabajando hace tres años para que los chinos sigan a rajatabla sus indicaciones. En la recta final de la campaña de cortesía, y a sólo 16 días de los Juegos, ampliaron la lista de los "no". A política y religión acaban de sumarse la vida amorosa y los sueldos de los extranjeros; temas que no se podrán discutir con los visitantes.

Es normal para los chinos hacer ese tipo de preguntas a personas que acaban de conocer, pero los extranjeros suelen disgustarse

Según publica hoy el diario The Guardian, en pósters desplegados en el distrito de Dongcheng, en Beijing los oficiales de etiqueta promueven "Eight don't asks" (Ocho preguntas para no hacer) e incluyen temas tan simples como la edad y otros más complejos como el salario, las ganancias, la vida amorosa -sexo incluido-, la salud, las creencias políticas y religiosas y las experiencias personales.

" Es normal para los chinos hacer ese tipo de preguntas a personas que acaban de conocer, pero los extranjeros suelen disgustarse ", dijo Wang Zhaoqian, vocero de la Municipalidad de Beijing. "Al instruir a los residentes, esperamos que ellos puedan tener una mayor delicadeza cuando se comuniquen con los visitantes", agregó.

Los funcionarios de etiqueta advirtieron hoy que no tolerarán publicidades "obscenas, sexuales, o supersticiosas", durante las Olimpíadas para evitar que se afecte la imagen nacional.

La campaña de ceremonial y etiqueta parece haber obtenido sus frutos. Según la Universidad Renmin de China, que elaboró un índice cívico hace tres años para medir la evolución del comportamiento de los ciudadanos de cara a los Juegos, la hospitalidad de los chinos ha aumentado significativamente. En 2005, sobre un máximo de 80 puntos, los chinos obtuvieron 65,21 para llegar el año pasado a 73,4.