Negociar en China. Aprende a beber
Al menos eso dice Xiu Weiliang que da cursos para llevar a buen puerto tratos con chinos; la cantidad de alcohol bebida refleja la cercanía que se siente con la otra persona, afirma
China. Negocios en torno a una mesa
Hacer negocios en China no es fácil: en muchas ocasiones todo se decide en torno a una mesa repleta de comida y tras muchos brindis de "baijou", el aguardiente nacional.
Por ello hay quienes abren escuelas en el país para enseñar a aguantar el tipo, chupito tras chupito, y acabar con un acuerdo bajo el brazo.
Es uno de los retos de los hombres y mujeres de negocios extranjeros, pero también de los chinos:
"Quien no entiende de la cultura de mesa aquí no triunfa", asegura el comunicador Xiu Weiliang, quien ha saltado a la fama tras lanzar su curso "El arte de beber", al que ya se han sumado miles de personas.
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Especialmente en el norte de China, donde la amistad y el placer de beber van unidos y nadie cierra un trato sin antes llegar a un cierto grado de "cercanía", explica Xiu.
Y para ello uno tiene que tener aguante. "Los chupitos son comunes y para los chinos son una muestra de celebración", destaca el experto en comunicación.
De ahí que Xiu aleccione a sus alumnos sobre cómo evitar beber de más, cómo comportarse cuando a uno "le empiezan a tambalear las piernas" o cómo convencer a otros de que beban para estrechar lazos siguiendo el "modus operandi" chino. Todo con "buenas palabras".
La táctica hay que empezar a usarla justo antes de comenzar a comer
"Ahí es cuando puedes decir, por adelantado, que no puedes beber mucho por salud. Si eres una chica, también puedes argumentar que tienes la regla y que estás un poco indispuesta", aconseja Xiu.
Es lo único que el comunicador y también empresario desvela de sus clases, que siguen, sobre todo, funcionarios y empresarios de todos los niveles y cuyo precio oscila entre los 880 a los 1,980 yuanes (de 143 a 322 dólares).
Las reglas no escritas en la cultura china
Arte o no, el alcohol es clave en las comidas y las cenas de negocios (aunque recientemente el Gobierno chino lo haya prohibido en los encuentros oficiales).
Como indica el experto, "la regla no escrita es que la cantidad que se bebe refleja la cercanía que sientes hacia esa persona".
También, no obstante, es fundamental dónde sentarse, dónde situar al invitado y hasta dónde colocar la copa al brindar con un superior.
"En la cultura china, el anfitrión se debe sentar frente a la puerta y, entre los invitados, el más importante a la derecha del anfitrión; al brindar, uno debe colocar siempre su copa por debajo del jefe", explica Xiu, quien abrió su escuela de comunicación en 2005 y desde entonces no ha dejado de impartir cursos.
Su objetivo es que la gente en China pierda el miedo a hablar en público, pronunciar discursos y tenga cada vez más seguridad en el manejo del "arte de comunicar".
"Es a lo que se dedican mis clases principalmente: un buen discurso en una recepción puede ser la clave del éxito", destaca.
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Xiu lleva ya ocho años en el negocio y tiene la esperanza de que su escuela se haga cada vez más grande.
Las críticas a sus cursos
De momento, la opinión de los chinos se divide entre los que ya se han sumado al carro de "El arte de beber" y los que, reflejo de la incredulidad de la ciudadanía respecto a la moralidad de los políticos, creen que Xiu da clases "para enseñar a corromper aún más" a los funcionarios.
Defendiéndose de las críticas, el empresario chino asegura que en sus cursos " hablo de saber comunicarse: con un vaso de vino en la mano o no ".
Y es que, repite, el beber es parte indiscutible de la cultura milenaria china, muy cercana en este aspecto a muchas otras culturas de Occidente.